Recordatorio: A los niños el cariño y los besos les enseñan más que los libros.

Acabábamos de entrar en el cuarto de baño (hoy -ayer- a las 10.52, para ducharnos puesto que lo hacemos una vez cada finales, aproximadamente, de mes, verbigracia, doce veces al año). Y cuando casi, casi nos habíamos quedado en pelota picada oímos (siempre dejamos la puerta del baño/ducha abierta de par en par) oímos, os decíamos, por la tele que habitualmente ponemos hasta las 11.00 (a A. R. no la soportamos aunque saliese en cueros), oímos, reiteramos, desde nuestro baño que está frente por frente al despacho en el que tenemos una de las teles de casa, oímos (tris) que «la mitad de los españoles no se duchaban todos los días», siendo recomendable, según el médico de familia Fernando Vivar, «ducharse diariamente o por lo menos cada dos días: una vez a la semana es demasiado poco», afirmó el doctor Vivar, que ve tú a saber si él estaba duchado o no?

Meca, demasié para el cuerpo -opina este escribidor- eso de ducharse todos los días, o un día sí y un día no, o como poco, como poco, una vez por semana. A ese respecto nada de nada pues después viene el recibo del agua con unas cifras en euros que no veáis, vamos, de la madre que parió al personal del servicio de ese líquido que tal parece chorros de oro de ley que hay, claro, que pagar, no te jode?

Nos recomiendan ducharnos o bañarnos diariamente. Venga ya: están locos o qué.

Despedida y cierre. Érase una vez.

The end.