Don Ernesto, he leído su escrito «El día de la ira» en LA NUEVA ESPAÑA del día 1 de julio de 2008. Soy natural y vecino de Sama de Langreo y viví los días que usted menciona en dicho artículo y he leído la sarta de mentiras que usted escribió.

Primero: El bombardeo que usted sitúa el 18 de septiembre de 1936 no fue en dicha fecha; fue entre los días 16 y 17 de agosto de 1936.

Segundo: Dicho bombardeo no ocasionó en Sama de Langreo muerte alguna, ni la de la leona; una de las bombas cayó sobre la iglesia parroquial, causando quince o dieciséis heridos.

Tercero: Imaginemos que lo que dice fue verdad, en dicha fecha. Pregunto: ¿cómo podía ser posible que murieran dieciséis presos franquistas, si ya habían sido asesinados en el pinar de Lada el 18 de agosto de 1936? ¿Resucitarían y volvería la aviación franquista sobre la iglesia de Sama?

Cuarto: ¿Sabe usted cuántos fueron los presos asesinados por franquistas, como usted dice? Nada más y nada menos que noventa y dos, ni uno más ni uno menos; luego, en el mismo lugar, fueron más los asesinados.

Sobre lo que pasó en Gijón y Mieres no tengo nada que decirle, ya que no sé nada. Pero usted no recuerda lo que pasó con los bombardeos asesinos sobre Oviedo, pues tengo datos de un señor que se dice socialista de que una bomba de los suyos causó en un sótano cien muertos, escrito pro dicho señor en LA NUEVA ESPAÑA. Usted lo da por olvidado y nos lo refriega por el «focicu». Pues bien alguien, se lo tenía que restregar a ustedes.

Cuando tenga algo que escribir asesórese, y no escriba a voleo.

Antonio Velasco Fernández

Sama de Langreo