Figaredo (Mieres),

Aitana CASTAÑO

La mina ya deja paso a la tecnología en Figaredo. El hospital del pozo de la localidad mierense, que cerró el pasado mes de julio, ha sido reducido a escombros. Las máquinas trabajaban ayer sin descanso en la zona. El solar de la popular mina -la última que cerró en el valle de Turón- acogerá, en el futuro, el tercer parque tecnológico de la región. El I+D+i le gana la partida al carbón.

El presidente del Principado comprometió, durante la campaña electoral de las últimas elecciones autonómicas, la construcción de una «ciudad de la ciencia» en terrenos del pozo Figaredo. El espacio, de 75.000 metros cuadrados, constituirá el tercer parque tecnológico del Principado, tras los ya existentes en Gijón y Llanera. El proyecto, que incluye talleres, museo y un espacio dedicado a la investigación, saldrá adelante tras haberse cerrado un acuerdo con Hunosa para disponer del suelo necesario para su puesta en marcha. El Principado prevé financiar la actuación con fondos mineros.

Proyecto polémico

El anuncio del innovador proyecto para Figaredo no estuvo exento de polémicas. Los vecinos de Ablaña reclamaron la iniciativa para los terrenos cercanos a su pueblo. Los portavoces de esta localidad, situada en la zona norte del concejo, criticaron la decisión del Principado de ubicar la actuación en Figaredo, concretamente. Los vecinos reivindicaban el parque tecnológico como un «derechos históricos». Así, su reclamación se apoyaba en dos argumentos de peso. Por un lado, recordaron que el proyecto primitivo del campus que surgió hace ya casi una década consideraba Ablaña la sede de una iniciativa de estas características. Por otro lado, apelaban a una decisión tomada por la Corporación local que decidió, por unanimidad y en sesión plenaria, que el centro tecnológico se instalaría en la antigua Mina Llamas; decisión que, pese a no ser vinculante, establecía con claridad la posición del Ayuntamiento. Ablaña, además, no estaba sola en su reivindicación. La Federación de Vecinos de Mieres mostró su total respaldo a su reclamación y reprochó a Álvarez Areces su «actitud chulesca» por desoír a los responsables municipales.