La Rebollada (Mieres),

David MONTAÑÉS

Familiares y allegados del recientemente fallecido tercer conde de Mieres, Manuel Loring Martínez de Irujo, se reunieron ayer en la pequeña localidad de La Rebollada para asistir a un funeral en memoria del desaparecido noble. La representación de la familia estuvo encabezada por el hijo mayor del conde, con quien comparte nombre, y heredero del título, que acudió acompañado de sus dos hermanas: «Quiero dar las gracias a los mierenses por el apoyo y el cariño que nos han trasladado». Al acto religioso acudió una amplia representación de la Corporación local, con el alcalde, Luis María García, al frente. También acudieron a ofrecer el pésame los portavoces municipales del PP, José Coto, e IU, Luis Álvarez Payo.

Más de un centenar de personas llenaron ayer la acogedora iglesia de La Rebollada. El que pronto se convertirá en el cuarto conde de Mieres, Manuel Loring de Bustamante, se mostró conmovido con las muestras de condolencia. Su intención es visitar hoy las instalaciones de la asociación «Norte Joven», cuya fundación presidía su padre. Esta entidad cultural, asentada en la antigua estación del ferrocarril, se dedica a formar y a atender a jóvenes en riesgo de exclusión social mediante la formación en un oficio que les facilite su acceso al mundo laboral. «Tengo intención de mantener los vínculos que mi padre tenía con el concejo y, bien personalmente, o a través de mis hermanas, asumiremos sus responsabilidades». Nacido en Madrid, el heredero del condado local destacó el enorme cariño que su padre tenía por el municipio: «Si bien pidió ser enterrado en Madrid, junto a sus padres, quería que se celebrara un funeral aquí, en La Rebollada».

El título de conde de Mieres fue concedido en 1911 por Alfonso XIII al abuelo del fallecido, Manuel Loring y Martínez de Heredia. Éste había contraído matrimonio con una de las nietas de Numa Guilhou, fundador de Fábrica de Mieres. De esta forma, esta familia de origen malagueño participó activamente en el desarrollo industrial del concejo. Los antiguos alumnos de la Escuela de Aprendices de Fábrica de Mieres, constituidos ahora en asociación, asistieron ayer al funeral y solicitaron al nuevo conde que respalde el proyecto de crear un museo sobre la actividad de este emblemático centro docente.