José A. ORDÓÑEZ

Mieres del Camino,

Dos lobos muertos. Ése es el balance de la batida realizada ayer por guardias de la Consejería de Medio Ambiente del Principado y ganaderos de la comarca en el mierense monte de Llosorio. En concreto, los ejemplares abatidos son un macho y una hembra que habrían estado asentados en el concejo de Morcín y cuyos restos han sido trasladados ya a Gijón para que sean examinados por especialistas.

El operativo de control del lobo se inició a primera hora de la mañana. A mediodía, guardas y ganaderos consiguieron alcanzar a un macho y a una hembra al pie del Llosorio, en un lugar situado por encima del pozo Nicolasa, Ambos ejemplares fueron abatidos poco después.

Según confirmó el director general de Biodiversidad y Paisaje, José Félix García Gaona, la batida se enmarcó dentro del plan de gestión del lobo y del programa anual de actuaciones, documentos que definen el monte Llosorio como área libre de lobos. Gaona garantizó que «la Consejería continuará haciendo todos los esfuerzos necesarios para acabar con este problema y lograr que en la zona puedan compatibilizarse los intereses agroganaderos con la conservación de la especie». El director general agradeció también «la colaboración de los ganaderos y del personal de la Consejería», resaltando «el esfuerzo realizado para que esta operación se saldara con resultados positivos».

Por su parte, fuentes de la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (AGall) apuntaron que con el resultado de la batida «queda probado que, tal y como veníamos denunciando, los ataques al ganado eran obra de lobos y no de perros asilvestrados, como defendía el Gobierno regional». Por tanto, y sobre esta base, los portavoces del colectivo reclaman que la Consejería de Medio Ambiente «pida disculpas a los profesionales, a los que trató de mentirosos y a quienes ha denegado el pago de los daños aludiendo a que las ovejas y los potros no morían por los lobos, sino a causa de los perros o de cuestiones indeterminadas».

Ésta es la segunda batida que se realiza en el Llosorio en el último mes. En la primera, un lobo resultó herido por los disparos de un guarda de la Consejería.