Mieres,

D. MONTAÑÉS

El matrimonio intoxicado en el barrio de Alperi pasó todo el día de ayer en el Hospital Universitario de Valdecilla (Santander) recibiendo oxígeno de la cámara hiperbárica del centro. Se esperaba que a última hora de la jornada o esta misma mañana, a más tardar, estuvieran de regreso en el Álvarez-Buylla. Mientras, su hijo aún estaba ayer confuso por lo sucedido. Asume que el desenlace podría haber sido otro más dramático a poco que la secuencia de hechos se hubiera alterado: «Podía haber tardado más en llegar a casa o, simplemente, mis padres haber estado acostados los dos y yo hacer lo mismo sin enterarme de nada. Entonces estaríamos muertos». N. M. M. señaló ayer que salvo por la pequeña mancha oscura, casi inapreciable a simple vista, que se formó en el techo de la cocina, el mal funcionamiento de calentador hubiera pasado desapercibido: «En casa no había ningún tipo de olor extraño, la verdad es que en estos casos te intoxicas y no enteras, es terrible».