Santa Eulalia, Julio VIVAS

Lecousse es una localidad de la Bretaña Francesa de poco más de 2.000 habitantes que guarda grandes similitudes con el concejo morciniego y, por ello, lleva más de tres años hermanada con Morcín. Una estrecha relación que ha motivado continuos intercambios entre vecinos de ambos territorios, como ha ocurrido esta semana. Así, una comitiva de aproximadamente medio centenar de personas de la localidad bretona viajó el pasado jueves hasta Morcín para pasar unos días de confraternidad con sus hermanos españoles. Ayer fueron recibidos por el alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, quien aprovechó la ocasión para realizar una visita guiada por la Casa Consistorial morciniega -recientemente inaugurada- e intercambiar obsequios. Álvarez Barbao destacó la importancia de esta estrecha relación que mantienen con Lecousse, «sobre todo a la hora de conocer sus tradiciones y cultura». De hecho, y tras pasar una intensa jornada de visitas, los vecinos franceses ofrecieron como agradecimiento una cena con platos franceses en La Foz.

Durante la tarde, la comitiva bretona, acompañada por familias morciniegas, viajó hasta el concejo de Teverga para visitar el Museo de la Prehistoria. También hicieron parada en la Senda del Oso, ya en Santo Adriano, para conocer a las hermanas «Paca» y «Tola», así como a su galán «Furaco». Para hoy, el Ayuntamiento morciniego ha programado otra excursión -en este caso en tren-, hasta la localidad de Ribadesella. El Alcalde explicó que «todos los años hacemos esta visita, unos al occidente y otros al oriente. En esta ocasión, que tocaba Ribadesella, queríamos que nos acompañasen nuestros hermanos de Lecousse». Morciniegos y bretones serán recibidos a media mañana por el alcalde de Ribadesella, Ramón Canal, que compartirá mesa y mantel con ambos. La comitiva francesa regresará mañana a su país.