Cabañaquinta,

C. M. BASTEIRO

Un «Mercaón» con centenares de animales y con precios «tirados». Los ganaderos que acudieron ayer a la tradicional feria ganadera de Cabañaquinta se fueron a casa sin sus reses pero con poco dinero en el bolsillo, ya que los precios «cada años están más bajos».

Frente a los terneros, con un precio mínimo de 600 euros, y vacas, tasadas entre 900 y 1.200 euros, los potros fueron los más rebajados, con valores de hasta 200 euros. El descenso en los importes, según José Fernández, de Collanzo, «está relacionada con la subida del precio en los piensos». Félix González, ganadero de Cabañaquinta, explicó que «los criaderos escatiman ahora en la adquisición de animales por el aumento del gasto en pienso».

También bajó el público, posiblemente por la meteorología, pero las transacciones se mantuvieron. Hubo ventas importantes, como un lote de 50 potros que adquirió una empresa de Navarra a un ganadero allerano.

El «Mercaón» se extendió a todo el concejo de Aller. A la hora de la comida se sirvieron, en todas las casas de la capital, los tradicionales callos. Además, como cada año, fue fiesta local en el municipio.