Mieres del Camino,

C. M. BASTEIRO

La crisis económica no solo se nota en el sector inmobiliario y en las cuentas bancarias, sino que también afecta a la tolerancia de los vecinos de Mieres. La asociación de mujeres inmigrantes del concejo «Las Golondrinas» denuncia que, en los últimos meses, los comportamientos racistas han aumentado y advierten, entre algunos sectores, de un fuerte sentimiento de «rechazo».

«Estamos empezando a escuchar perlas como que nos vayamos a nuestro país, que no robemos el poco trabajo que hay», explica Gladys Nieves, presidenta de «Las Golondrinas». La asociación se creó hace más de un lustro y en 2009 recibió el premio «Mierense del año», que galardona la labor desinteresada de colectivos y personas en beneficio del concejo.

La mayoría de sus socias residen en Mieres desde hace más de una década, por lo que están en posición de crear un juicio de valor justo. Hasta ahora, según Gladys Nieves, «la convivencia ha sido muy buena», pero con la llegada de la recesión, «quizás la gente se siente más ahogada económicamente y tienden a buscar culpables, como por ejemplo los inmigrantes».

«Las Golondrinas» no están solas en esta posición. Desde la asociación SOS Racismu de Asturias también comparten su punto de vista. De hecho, en la última semana, el colectivo ha denunciado dos ataques violentos a inmigrantes en la región. «Hay más racismo y puede estar causado por las dificultades económicas que trae consigo la crisis», señaló Carmen Prado, portavoz de SOS Racismu.

La situación que más preocupa a esta asociación es que «quizás esa xenofobia se dirige a una persona que ya lleva viviendo en Asturias o en España 30 años o, incluso, ha nacido aquí». Ante la recesión económica, «no nos podemos volver a nuestros iguales, procedan del país que procedan, si no que hay que pedir respuestas a los de arriba, para que se solucionen las cosas». Dicen que «solo la unión, la tolerancia y la fuerza traerán tiempos mejores».