Mieres del Camino,

C. M. BASTEIRO

El asentamiento de población osera en la comarca del Caudal ya ha comenzado. Al menos, esta es la opinión de expertos regionales después del avistamiento de una osa con dos crías en Tuiza de Arriba. Los oseznos, según la descripción de los vecinos, pueden ser de segundo año, lo que significa que están a punto de separarse de su madre y es muy probable que se queden en Las Ubiñas. La zona lenense del parque natural fue, históricamente, un punto de reproducción de osos. Por eso, los expertos ven «lógico» que el asentamiento de población dentro del corredor interpoblacional comience en este parte natural.

El presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), Roberto Hartasánchez, señala que, «hace relativamente poco, Tuiza de Arriba, y toda la zona lenense del parque de las Ubiñas, dejó de tener población osera». Por eso, «la recolonización del oso comenzará por los lugares donde más se tardó en espantar a la especie». La última noticia de población osera en Lena, hasta el momento, se registró a principios de los años ochenta, por lo que Tuiza de Arriba es «un punto clave».

Después de dos décadas, parece que los osos están «empezando a asentarse» en la zona. Buena prueba es el avistamiento de una osa con dos esbardos. «Las hembras y los oseznos no están de tránsito, como los machos, por lo que es posible que la osa de Tuiza de Arriba ya haya nacido en la zona, no necesariamente en el lugar en el que se avistó, pero sí es muy probable que proceda del entorno».

Desde la Fundación Oso Pardo (FOP), el coordinador de proyectos, José Luis García Lorenzo, asegura que, «según el testimonio de los vecinos que vieron a la osa con sus crías, parece que los esbardos son de segundo año». Es decir, los oseznos no nacieron esta primavera, si no que llevan más de un año con vida y están a punto de separarse de la madre. «Tienen que separarse antes de agosto, porque comienza el celo, así que sería estupendo que hubiera una hembra y se quedara en Lena», señaló García Lorenzo.

Por su ubicación, Tuiza de Arriba es un lugar de asentamiento, ya que se encuentra «en el límite entre Quirós y el corredor interpoblacional». El oso dejó en la zona su último rastro hace unas semanas, cuando José Luis González vio, desde Tuiza, una hembra con dos crías en el monte El Forquéu.