Mieres del Camino,

J. VIVAS

La tramitación del caso del doble crimen de Ujo, en el que fallecieron Juan y David Ferreduela, se está alargando más de lo previsto. Así lo aseguran los abogados encargados del proceso, quienes estiman que la vista oral podría retrasarse hasta el otoño, cuando se hayan cumplido dos años de este tráfico suceso que conmocionó a la sociedad mierense.

El letrado Emilio Matanza, que representa a la acusación junto al también abogado Andrés Martínez, afirmó que, a pesar del retraso, «no hay ningún problema con el único procesado que se encuentra en la cárcel, Carlos Vargas. Incluso se podría pedir una prórroga de la prisión preventiva para evitar que saliese en libertad antes del juicio». Los otros dos procesados, José Vargas -su hermano- y Carlos Vargas -su padre-, se encuentran en libertad con cargos desde el pasado año. Los abogados de la acusación habían estimado en un principio que el juicio podría celebrarse el próximo mes, sobre todo tras conocer que la juez de Mieres había dado por concluida la instrucción del caso al dictar el auto de procesamiento para los tres miembros de la familia Vargas.

El siguiente paso era la indagatoria, por la que la jueza tenía que volver a tomar declaración a los tres procesados. Es esta fase la que se ha dilatado más de la cuenta, lo que conlleva el retraso del juicio que tendría que celebrarse en la Audiencia Provincial.

El auto de procesamiento para los tres miembros de la familia Vargas da a entender que la jueza ha apreciado claros indicios de criminalidad en ellos, a pesar de haber dejado a José y Carlos Vargas padre en libertad provisional. El documento de la jueza también incluía una serie de medidas, como el embargo de los bienes o el establecimiento de una fianza de 500.000 euros para Carlos Vargas hijo. Esta fianza sería la cantidad estimada para responder a la responsabilidad civil que tendría que pagar a los herederos de los fallecidos.