No es santo de mi devoción, pero creo que, a tenor del resultado electoral, debería ser el PSOE el partido que forme gobierno. No en vano, ha sido el más votado. Así lo han querido los asturianos, pese a quien pese. Además, para esto han trabajado las derechas; para que volviera el PSOE. Y lo consiguieron.

Pero es que, echándole un vistazo al panorama regional, Javier Fernández es lo más presentable del repertorio. No es como para tirar cohetes pero, en comparación con la competencia, parece el mismísimo Adenauer. Y no debemos obviar el hecho de que urge tener un gobierno en marcha. Llevamos un año de provisionalidad en el peor momento posible, con el agua al cuello, con decisiones inaplazables y sin presupuestos. Ya está bien. No podemos más. El tanque está vacío y la reserva se agota. Nos pararemos inexorablemente como esto no cambie de una vez. Y para ello hace falta un gobierno estable.

Oigo a algunos vaticinar que una coalición de izquierdas al frente de Asturias nos perjudicará en este escenario español de abrumadora mayoría de la derecha. Peor sería, digo yo, no tener a nadie al frente, continuar desgobernados. Además, ¿acaso ahora Foro y PP van a ser capaces de entenderse, con el lamentable espectáculo que han dado? Es un caso en el que se cumple a la perfección el dicho de que «no hay peor cuña que la de la misma madera». Cabría la posibilidad de que los partidos, como tales, fueran capaces de llegar a acuerdos pero, como ha quedado sobradamente demostrado, el problema entre ambas formaciones es personal. No se soportan unos a otros, no se pueden ni ver. Y ello conduciría al hipotético gobierno de la derecha, más pronto que tarde, al desastre. Como ya sucediera en la época de Sergio Marqués. La misma ideología pero unos grados de enemistad insuperables. El resultado: la ruptura. Y el PSOE.

Yo critiqué, y sigo haciéndolo, la etapa de Vicente Álvarez Areces. Pero lo que vino después ha resultado aún peor. Con todas las corruptelas, chiringuitos, sobrecostes y el desmedido sectarismo del anterior gobierno socialista, el añito de marras que nos ha hecho pasar Francisco Alvarez- Cascos nos ha hecho añorar el pasado. Que ya es grave.