Mieres del Camino,

J. VIVAS

La celebración del Día de la bici en Mieres sufrió un pinchazo. El Ayuntamiento de Mieres pretendía inaugurar un nuevo carril bici que uniese la estación de tren de Renfe con el campus de Mieres. El recorrido incluía la pasarela que salva el río Caudal y la autovía a la altura del barrio de Vega de Arribas, pero un grupo de vecinos del Requexáu se mostró disconforme con esta decisión y acudió hasta la pasarela para impedir que pasasen los ciclistas.

El presidente de la asociación de vecinos del Requexáu, Félix Porrero, advirtió que «no vamos a permitir que circulen las bicicletas. La pasarela es sólo para los peatones». Porrero argumentó su postura al señalar que «nos costó mucho esfuerzo que nos hicieran esta infraestructura para que ahora se convierta en un carril para bicicletas». Dicho y hecho. Los vecinos, liderados por Porrero, acudieron a la pasarela a las cuatro y media de la tarde. A esa misma hora salía la marcha ciclista para inaugurar el carril, que todavía no se ha pintado en su totalidad. Al acercarse los primeros ciclistas, los vecinos les hicieron bajarse de la bici y continuar andando.

A consecuencia de esa acción vecinal, la marcha ciclista puso rumbo al campus por una dirección alternativa. En lugar de utilizar la pasarela, los participantes fueron por el puente de Seana, por el que discurren tanto peatones como vehículos motorizados. Una vez en las instalaciones universitarias, donde ya existe un tramo del carril bici, los ciclistas finalizaron la marcha haciendo la figura de una bicicleta. Aprovechando también este acto, se plantó un castaño en los jardines del barrio de Vega de Arriba. ubicado junto a las instalaciones universitarias de Mieres. La plantación sirvió para conmemorar el día de la Tierra, que tendrá lugar el próximo día 22.

La edil de Sostenibilidad Ambiental, Olga Álvarez, afirmó que la protesta de los vecinos «fue exagerada. No aplaudo las formas que han utilizado». La concejala señaló que «los vecinos tienen otras vías más pacíficas para mostrar su preocupación, como acudir al Ayuntamiento, donde les podemos escuchar y tratar de buscar solución a sus demandas». Es más, Olga Álvarez aseguró que, «si lo que les preocupa es la seguridad de los peatones en la pasarela, se podría pedir a los ciclistas que la pasasen desmontados como medida preventiva».

La concejala de Sostenibilidad Ambiental del Ayuntamiento de Mieres resaltó, además, que la pasarela «es una infraestructura pública. No es de los vecinos del Requexáu. Además, ya venía siendo utilizada por muchos ciclistas». Lo que pretendía hacer el Ayuntamiento «es justo una manera de regular ese tránsito que ya se estaba produciendo. Además, era una demanda que nos habían trasladado muchos vecinos de Mieres y que vimos bastante viable».