Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

La Asociación Mierense de Cocina Solidaria (Amicos) está asumiendo durante los últimos años una labor tan encomiable como dolorosa. El colectivo que preside Carlos Muñiz ya tiene recopilados todos los datos de actividad del pasado año y el balance pone el acento sobre un problema latente: muchas familias del concejo están pasando por tales dificultades que apenas tienen ni para comer. Según los datos estadísticos, el pasado año se dieron en el local de la calle Clara Campoamor un total de 6.953 comidas. Por segundo año consecutivo se rozó la cifra de 7.000 atenciones, ya que en 2010 fueron 6.933 las peticiones atendidas. Antes de que los efectos de la crisis se hicieran evidentes en su total crudeza, la demanda era de menos de la mitad. De hecho, en 2008, la referencia que permite hacer un análisis ajustado de la actual tendencia, se dieron 3.302 comidas. Esto significa que en dos años la cobertura de Amicos se ha duplicado.

Los responsables de esta asociación, premiada en 2009 con el «Mierense del año», reconocen que es difícil percibir en estos momentos donde se encuentra el techo de la demanda de alimentos. Amicos ofrece cada día un almuerzo y una merienda a cambio del precio simbólico de un euro. «Como ya sucedió en 2010, durante el pasado año la demanda continuó siendo alta, con un elevado número de personas que acuden al local de forma habitual», señala el informe de la trabajadora social. Además, se remarca que desde hace tiempo se viene detectando que muchas personas que necesitan la ayuda de la asociación evitan pasar por el comedor por «vergüenza».

Durante el pasado año un total de 180 personas solicitaron ayuda a Amicos. Prácticamente el 80 por ciento de los usuarios con barones. Uno de cada cuatro comensales es inmigrante. El perfil del comensal es el de un hombre de entre 35 y 55 años, sin recursos económicos y en muchos casos con problemas de drogadicción. Los responsables de Amicos destacan que únicamente un matrimonio con hijos acude asiduamente a las instalaciones en busca de sustento.

La Asociación Mierense de Cocina Solidaria sigue desarrollando una intensa labor, aumentando su carga de trabajo, pese a que durante 2011 cayeron los donativos anónimos en un 30 por ciento. «Esta desviación se compensa con el incremento más que considerable de las ayudas de las empresas y fundaciones», señalaron desde el colectivo.

Amicos sirvió su primera comida el 24 de abril del año 2000 en el local provisional del Hogar Parroquial de la Peña. Posteriormente, en marzo del 2001, se inauguró la nueva sede en la calle Clara Campoamor. El presidente de la entidad, Carlos Muñiz, explicó que si bien durante 2011 los usuarios del comedor se han mantenido en unas cifras similares a las de 2010, «hemos percibido que el número de comensales fijos es mayor y que los casos de exclusión social son cada vez más severos».