Cabañaquinta, P. CASTAÑO

La asociación Sendas de Asturias, nacida para reivindicar el uso, gestión y mantenimiento de las sendas, museos, aulas didácticas y centros de interpretación creados con dinero público en Asturias, realizó el pasado fin de semana una marcha por el valle del río Negro, en Aller, en la que denunciaron el cierre del Nido del Urogallo y la falta de uso de la nave que iba a albergar el Museo de la Carisa.

El colectivo, que ya ha realizado otras marchas reivindicativas en el valle del Nalón y el Caudal, visitó el pasado 7 de octubre el valle del río Negro, en Aller. La primera parada tuvo lugar en Santibañez de Murias para visitar el Nido del Urogallo. «Este equipamiento, en la actualidad se encuentra cerrado y sin previsión de que vuelva a abrirse. Fue inaugurado en mayo de 2005 y ocupa las dos plantas del edificio de las antiguas escuelas. En este centro se daban a conocer las características del urogallo, especie en peligro de extinción y la inversión realizada ascendió a 36.000 euros», destacaron desde el colectivo Sendas de Asturias.

Posteriormente, visitaron las instalaciones de lo que se pretendía que fuese el Museo de la Carisa. «Se trata de una nave acondicionada en la Enfistiella que está cerrada y sin contenido, y en la que se invirtieron 450.000 euros», destacaron desde el colectivo. El Ayuntamiento de Aller pretende ahora cederlo a la Fundación Oso Pardo (FOP), que se encargaría de buscar equipamiento y poner en marcha el inmueble. No obstante, de momento no tiene uso. La excursión reivindicativa continuó con una marcha por la Ruta de Les Fuentes y Pico Moros», que va de Santibañez de Murias a La Agüeria. «A pesar del nombre, las fuentes del recorrido se encontraban la mayor parte sin agua. El recorrido resultó precioso, no solo por el buen estado en el que se encuentra, sino por las estupendas vistas. Además está bien señalizada», apuntaron desde la asociación, que añadieron que «como acostumbramos en nuestras salidas, aprovechamos para recoger basura, en este caso llenamos tres bolsas».

Por último visitaron el Molín de Adela. Se trata de un molino harinero de maquila, con dos muelas, en la cabecera de un puente sobre el río Negro en el pueblo de Agüeria. «Desde hace años, sus propietarios trabajan con ilusión en mantener el molino como algo mas que un objeto de arqueología industrial-etnográfica, para considerarlo como aula didáctica en el mundo rural», apuntaron desde Sendas de Asturias.