Sotiello (Aller),

C. M. BASTEIRO

La Consejería de Bienestar Social y Vivienda ya tiene fecha definitiva para la apertura de la residencia geriátrica de Sotiello, en la localidad allerana de Moreda. El equipamiento abrirá al público el próximo 1 de abril, dos años después de que finalizara su construcción. El organismo de Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA) está trabajando «muy duro», según destacan desde el Gobierno regional, para cumplir con este plazo y abrir las puertas del centro.

La puesta en marcha de la residencia está pendiente de los últimos flecos. La contratación de los servicios básicos, como el suministro de agua y electricidad, está lista desde hace unos días aunque aún están pendientes «algunos detalles» que completarán el mobiliario. El principal obstáculo que tiene que esquivar el Principado para iniciar la actividad de Sotiello será la dotación de personal.

El plan de ajuste del Gobierno central impide al Principado de Asturias formalizar nuevos contratos laborales. La Consejera de Bienestar Social, Esther Díaz, aseguró durante una intervención en la Junta General del Principado que está previsto «reordenar el ERA» para trasladar personal de otros centros a la nueva residencia de Sotiello, sin que esto afecte a los servicios. Las prestaciones auxiliares, como la lavandería o la cocina se subcontratarán. La puesta en marcha del centro será «progresiva», pero el centro será de gestión pública.

Es un cambio en el proyecto inicial, ya que el Principado preveía la creación de ochenta empleos directos con la residencia de Sotiello. Será el primer establecimiento público de estas características en el concejo de Aller y ofrecerá un total de 92 plazas de alojamiento que se completan con un servicio de centro de día con capacidad para 28 usuarios. La Consejería de Bienestar Social, a través del ERA, maneja una lista de solicitudes que asciende a 68 usuarios.

La lista de espera se ha ido acumulando a medida que la puesta en marcha del centro se retrasaba. Las obras de construcción finalizaron a principios de 2011 y el equipamiento del centro comenzó en marzo del mismo año. La actuación requirió una inversión total de 4,1 millones de euros con cargo al «Plan E» y el centro se anunció como el primer equipamiento bioclimático de estas características. Fue construido con materiales que favorecen la sostenibilidad y reducen, casi por completo, las emisiones de dióxido de carbono.

La construcción terminó en el plazo marcado por el «Plan E», pero la puesta en marcha no se libró de la polémica. La residencia se construyó cuando Noemí Martín (IU) encabezaba la Consejería de Bienestar Social. El baile de fechas para la puesta en marcha de la residencia comenzó después de las elecciones regionales de 2011. La entonces Consejera de Bienestar Social, Paloma Menéndez (Foro Asturias), mantuvo un encuentro con el alcalde de Aller, David Moreno, y acusó a los anteriores responsables de la Consejería de no dotar al centro de financiación para su puesta en marcha. La coalición de izquierdas no tardó en responder y sembró dudas sobre una posible privatización del centro por parte de Foro Asturias.

Desde la formación encabezada por Francisco Álvarez-Cascos, negaron cualquier proyecto de externalización y se comprometieron a poner en marcha el centro durante 2012. La residencia de Sotiello fue entonces víctima de la inestabilidad política del Principado de Asturias y su apertura volvió a quedar en el aire al no aprobarse el presupuesto. Con la llegada del nuevo Gobierno del PSOE, la actual Consejera de Bienestar Social, Esther Díaz, aseguró que el centro de Sotiello comenzaría a funcionar en los primeros meses de 2013 e incluyó una partida a este efecto en los presupuestos regionales.

La fecha concreta de este compromiso es el 1 de abril. El Gobierno regional se esfuerza ahora por cumplirla. Por una parte, quiere atender a los vecinos de la comarca que llevan meses esperando por una plaza. Por la otra, quiere terminar con los gastos que ha generado el equipamiento mientras permanecía cerrado. Actualmente, según fuentes del Principado, el servicio de vigilancia para el equipamiento supone una inversión de 8.000 euros mensuales.