El comedor social de la Asociación mierense de la cocina solidaria (Amicos) dio asistencia a 200 personas durante todo el año pasado. En ese tiempo sirvió 7.903 menús, 950 más que en 2011, lo que supone un incremento del 13,6 por ciento. Estos datos fueron hechos públicos por el presidente de la asociación, Carlos Muñiz, como adelanto del balance que se dará a conocer durante la asamblea general que celebrarán a finales de mes.

Muñiz destacó, eso sí, que los efectos de la crisis se han hecho notables en los últimos años. De hecho el comedor ofrece en la actualidad una media de cuarenta comidas al día, el doble que hace cinco años cuando aún no había arrancado la crisis. Estas cuarenta comidas suponen un techo para el comedor social, que ya no podría aguantar un nuevo incremento de comensales. «La cocina tampoco está a la altura de las circunstancias, porque tenemos un sitio pequeño y se nos hace difícil soportar en este espacio el nivel de trabajo», había declarado el presidente de Amicos a principios de año.

A pesar de las dificultades, el comedor solidario se muestra abierto a nuevos retos. Así, el colectivo pretende desarrollar un nuevo proyecto de forma paralela a las comidas. Se trata de la distribución de lotes de comida entre los más necesitados. Para ello, han solicitado la colaboración de entidades como Cáritas o Cruz Roja, así como otros colectivos culturales y vecinales de Mieres, a los que entregarán los lotes para que sean ellos los que los repartan. El presidente de Amicos explicó que la petición de ayuda a otras entidades viene motivada porque «no tenemos la infraestructura necesaria para hacer las entregas individuales, por eso pedimos esta ayuda a otras asociaciones».

Carlos Muñiz también ha destacado en todo momento la solidaridad de los mierenses, que son los que hacen posible que el comedor pueda ofrecer su servicio todos los días, así como la de los voluntarios. El comedor solidario de Mieres comenzó a funcionar en el año 2000 y cuentan con el apoyo de entidades como la Fundación Alimerka, Eroski y el Banco de Alimentos. Los socios también aportan periódicamente donativos y se reciben ayudas puntuales de particulares.