El secretario general de la Federación Industria de CC OO, Damián Manzano, exigió ayer al Gobierno central y al Principado «actuaciones concretas» ante el «estado de excepción» que atraviesa el sector industrial en Asturias, que desde 2008 ha perdido el 23,7% de sus empleos. «En 2008 había 70.100 trabajadores en el sector y a final del primer trimestre de este año 53.500», destacó en la asamblea de delegados de Industria que se celebró en el campus de Mieres. «Prácticamente una cuarta parte de los empleos se han perdido» en estos ejercicios de crisis, añadió Manzano.

Cinco años atrás la región tenía 4.300 empresas en el sector industrial, ahora son 3.700, con lo que la reducción es de 600. Estas cifras muestran la «gravísima situación industrial de Asturias», subrayó. Esta situación se produce, aseveró Agustín Martín, secretario de la Federación de Industria a nivel estatal, ante la «falta de política industrial» cuando este sector «tiene que ser un elemento básico» si «se quiere salir de la crisis de una forma eficaz». En este sentido destacó el «efecto multiplicador» del empleo en esta área ya que por cada puesto de trabajo «que se genera directamente en una empresa del sector, se multiplican por 4 o 5 en otros sectores o industrias auxiliares».

Tanto como CC OO como MCA-UGT (Metal, Construcción y Afines) mantendrán el próximo lunes una reunión con el presidente del Principado, Javier Fernández. El máximo representante del Gobierno regional, indicó Manzano, «tiene que dar respuestas a la situación industrial de la región». «No estamos dispuestos a que sea el cajón de sastre en el que quepa todo y no se tomen medidas concretas», añadió el secretario general de la Federación de Industria de CC OO.

En su repaso a la situación de la industria, se detuvo en el sector naval que está, dijo, «pendiente de un hilo en una situación de indefinición en el ámbito europeo» a la espera de la decisión de si se tienen que devolver o no las ayudas fiscales que recibieron los astilleros privados entre 2001 y 2011 mediante el «tax lease». Respecto a la minería, Manzano reclamó al Ministerio de Industria que convoque en el menor plazo posible la mesa negociadora para establecer un nuevo marco regulador. «Cada día la incertidumbre es mayor», señaló antes de pedir al Gobierno central que intervenga «por motivos de interés social a las empresas del grupo Alonso».

El secretario general de la Federación de Industria de CC OO criticó las «pretensiones clarísimamente esclavistas» de la propuesta planteada por Victorino Alonso con «una reducción salarial del 30 por ciento y un aumento de jornada de hasta 10 horas». También aludió en este repaso a la situación de las industrias asturianas a la siderurgia, que depende, dijo, «de que la Unión Europea tome las decisiones que puede tomar en el ámbito de sus competencias para poner coto al planteamiento empresarial de Arcelor respecto al sector en Europa».

Damián Manzano criticó los efectos de la reforma laboral ya que «en Asturias está siendo alfombra roja pero no de entrada sino de salida como General Dynamics» aunque, resaltó, desde el Ejecutivo central «se dice que da buenos resultados». En ese punto hizo referencia a las pequeñas y medianas empresas del sector industrial de Asturias que, aseguró, «están llegando al límite de sus fuerzas, de sus posibilidades y de su capacidad de respuesta».

CC OO considera que si se pierde «ese sustrato industrial fundamental» que tiene la región, que supone más de 20 por ciento del PIB, la situación puede ser «catastrófica». Actualmente, añadió, «estamos en el tiempo límite para poder impulsar la recuperación».

El secretario general de la Federación de Industria de CC OO a nivel estatal, Agustín Martín, apuntó que la situación en España «difiere poco de la asturiana». Indicó que el sector naval privado «tiene carga de trabajo pero España se está quedando fuera por la indefinición que existe en cuanto a la resolución europea».

Asimismo pidió que en materia de Defensa se mantengan los «programas actuales». «No es de recibo la situación de empresas como General Dynamics», manifestó Martín, que expresó su preocupación por la «falta de política industrial». Esta carencia lleva a «perder capacidad productiva» pero también a paralizar inversiones en innovación y a no renovar bienes de equipo, lo que puede provocar que «tras la crisis nos encontremos con empresas obsoletas».