Los propietarios de la mina La Soterraña asumen la descontaminación de la zona

Los dueños de la antigua explotación de mercurio y de las parcelas del entorno buscan financiación europea para acometer los trabajos

Las instalaciones de la antigua mina de La Soterraña. FERNANDO GEIJO

Los propietarios de las antiguas instalaciones de la mina de mercurio de La Soterraña, clausurada hace cuarenta años, y de las fincas del entorno están buscando financiación para iniciar la descontaminación de los terrenos. Los dueños tienen previsto solicitar fondos a la Unión Europea para poder afrontar los trabajos, ante "la falta de voluntad" de las administraciones.

Las antiguas instalaciones, con más de dos hectáreas de extensión, son propiedad del empresario Ángel Pastrana. Según explicó ayer, "estamos trabajando en la elaboración de un proyecto de descontaminación y en la búsqueda de fondos que podrían llegar desde Europa". El empresario ha puesto en manos de una consultoría el asunto y está a la espera de conocer las distintas opciones a las que podrá acogerse.

No está solo en el proyecto. Aquilino Gómez, propietario de más de cuarenta hectáreas en el entorno de la antigua mina, también se ha interesado en la búsqueda de financiación. "El máximo objetivo que tengo es poder poner en valor estos terrenos. Actualmente, con la posible contaminación de mercurio, es imposible venderlos o poder explotarlos", añadió. El estudio para la descontaminación de las parcelas, tal y como explicó, se está elaborando desde la Escuela Politécnica de Mieres.

La antigua mina de La Soterraña cerró sus puertas en 1974. Los vecinos empezaron a reclamar ya entonces la descontaminación de la zona y crearon la Plataforma La Soterraña. Hubo varios proyectos sobre la mesa. El último, que iba a impulsar el Ejecutivo central cuando aún estaba en manos del PSOE, se proyectó con financiación plurianual y preveía invertir un total de trece millones de euros. La primera fase se planteó con una partida de 395.536 euros. Estaba previsto iniciar la descontaminación con la realización de penetrómetros a pie de escombrera para la revisión de la estabilidad. También proyectaban abordar la demolición de las chimeneas de ladera y de las zonas de proceso de hornos y condensadores, incluyendo accesos, y la clasificación de los escombros generados para su gestión externa o interna. El plan se presentó unos meses antes de las elecciones. Los trabajos nunca comenzaron y los terrenos de La Soterraña siguen contaminados por mercurio.

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