La geóloga avilesina Abigail Calzada, que ha trabajado como becaria para la NASA y la Agencia Espacial Europea (AEA), se dedica a explorar el espacio a través de imágenes "para detectar las zonas que pueden ser científicamente interesantes para futuras misiones espaciales". Lo consigue gracias a la teledetección, una ciencia que cada vez tiene más aplicaciones dentro y fuera de la Tierra. Calzada ofreció ayer una charla en el campus de Mieres enmarcada en la programación del máster de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica que dirige el profesor Javier Fernández Calleja. Además de las futuras misiones espaciales, esta joven centró parte de la conferencia en su trabajo actual, centrado en el estudio de la superficie lunar.

"La verdad es que las técnicas de teledetección que se utilizan en las ciencias planetarias son muy parecidas a las de la tierra, tan sólo hay que tener en cuenta las características de cada planeta, que son distintas", explicó ayer. En el caso de la exploración espacial, Calzada señaló que en su universidad, el Birkbeck College de Londres, "tenemos un grupo que, junto a otros centros ingleses y americanos, está estableciendo dónde va a aterrizar el futuro rover (robot) que la AEA llevará a Marte en 2018, y para eso utilizan imágenes de alta resolución del planeta rojo". El interés de este trabajo reside en que, a la hora de enviar una sonda a un planeta "es necesario saber donde va a posarse, teniendo en cuenta, además, que estos experimentos son muy costosos". En el caso del rover de Marte "usa energía solar y hay zonas que igual no reciben suficientes rayos de sol, eso restringe la zona de aterrizaje a una zona cercana al ecuador del planeta; también tienes que conocer cómo es el terreno, ya que este robot no puede subir ciertas laderas y todo eso se ve con imágenes".

El estudio de la luna

En cuanto al estudio de la superficie lunar, Calzada destacó que "puede ayudarnos a conocer qué ha pasado en la tierra en los primeros estadios, de los que no tenemos ningún registro". Esta joven centra su trabajo en el estudio de la procedencia de los meteoritos de la superficie lunar utilizando técnicas de teledetección. "Tenemos muestras procedentes de las misiones Apolo y Luna, pero son de un área muy localizada y poco más se sabe del resto del satélite", apuntó, señalando que "desarrollé un software que estudiaba distintos meteoritos y cruzaba los datos con la información obtenida por teledetección para visualizar de dónde procedían las muestras". Para comprobar la veracidad de su estudio, Calzada utilizó algunas muestras obtenidas en las misiones lunares de las que ya conocía su procedencia. "El resultado fue exitoso, se aplicó a 85 meteoritos y descubrí aspectos muy interesantes", subrayó. El estudio de estos meteoritos y su composición permiten "conocer cómo ha evolucionado el manto de la Luna, y se puede extrapolar a la Tierra". De hecho, tal y como apuntó, "la exploración espacial tienen muchas aplicaciones directas, y muchas veces sus descubrimientos se pueden aplicar a la vida terrestre, sobre todo para conocer cómo ha evolucionado el sistema solar, la Tierra y la vida en el planeta".

Por otro lado, esta geóloga también aprovechó la charla para que los estudiantes de teledetección abriesen su mente a otras salidas laborales y no centrados únicamente en la teledetección terrestre. "Los estudiantes, cuando piensan en teledetección extraterrestre, creen que se utilizan otras técnicas, pero lo que se hace es adaptar las mismas herramientas, usamos el mismo software", explicó, señalando que "tenemos una compañera que viene de un máster parecido al de Mieres y está centrada en un proyecto espacial".