La central térmica de La Pereda, propiedad de Hunosa, ha comenzado a alimentarse con los estériles de la escombrera de Figaredo mezclados con carbón. El cambio de combustible -hasta ahora se utilizaban los estériles de la escombrera de Villallana (Lena), ya agotada- ha obligado a palizar la planta durante seis días. Las labores de adaptación son complejas, según señalaron fuentes de la central térmica, que destacando que la planta precisará de nuevos ajustes técnicos en las próximas semanas.

El paro en la actividad de La Pereda se llevó a cabo a partir del día 1, concretamente a la medianoche, y se alargó hasta el día 6. Además, aprovechando el cambio de combustible, se realizaron otros trabajos de mantenimiento en la planta. De todos modos, según apuntaron fuantes de central, la térmica suele hacer diversos paros programados a lo largo del año por diversas cuestiones, sin afectar a la productividad.

Hunosa ha comenzado a utilizar los estériles de la escombrera de Figaredo, que mezcla con el carbón, tras terminar las existencias de la escombrera de Villallana que llevaba explotando desde 2004 con un método muy similar al de las minas a cielo abierto. Al comienzo de la actividad de kla térmica, y durante más de diez años, la hullera aprovechó los materiales que obtenía de la gran escombrera de Reicastro -entre las localidades de Figaredo y Ujo- hasta que agotó las reservas de estériles. Estos terrenos acogen el polígono industrial de Reicastro, parque industrial propiedad de la hullera que está vacío.

La escombrera de Figaredo cuenta con 1,2 millones de toneladas de estériles, según los cálculos que baraja la hullera. Además, los terrenos también serán aprovechados para la obtención de biomasa térmica y su posterior comercialización. De hecho, los trabajos de explotación, tanto de los recursos forestales como para la obtención de los estériles, comenzaron el pasado mes de diciembre. En el caso de la biomasa, Hunosa espera obtener 3.700 toneladas de madera que, una vez transformada, se convertirán en 3.000 toneladas de astillas que se podrán destinar al consumo en calderas.

La hullera obtuvo el permiso del Principado para la explotación de la escombrera de Figaredo el pasado mes de octubre. La licencia declara los depósitos de estériles de Sarabia y San Vicente, en el valle de Turón, como yacimientos de origen no natural, lo que permite recuperarlos y extraer el material, en este caso los estériles, para alimentar la térmica de La Pereda.

Por otro lado, los planes de Hunosa para la central también pasan por introducir biomasa como combustible en combinación con los estériles y el carbón, aunque este proyecto tendrá que esperar a que se cambie la política energética estatal para favorecer estas energías. La modificación de la planta para que admita biomasa precisaría de una inversión de alrededor de tres millones de euros.