La Fundación Oso Pardo (FOP) está preparando una auténtica autopista para asegurar la conectividad interpoblacional de los plantígrados en el corredor osero (que pasa por municipios de León y los concejos asturianos de Aller y Lena). La entidad tiene previsto culminar el proyecto europeo "Life Desfragmentación Oso", que incluye la plantación de 70.000 árboles frutales para salvar la autopista del Huerna (AP-66), la próxima primavera. Ya se han plantado 23.460 árboles y el programa cuenta con una financiación de 1,2 millones de euros.

El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, explicó ayer que "las labores se retrasaron un poco este año por la gran nevada que cayó en la zona". La plantación de frutales se desarrolla en la vertiente leonesa, ya que es el lugar con una menor riqueza forestal. No obstante, según Palomero, "todas las actuaciones repercutirán en el corredor asturiano, ya que estas labores buscan mejorar la conectividad entre las poblaciones orientales y occidentales de Oso Pardo Cantábrico".

Queda un último esfuerzo, que será importante. "De aquí a la próxima primavera tendremos que plantar algo más de 50.000 frutales para dar por terminada esta fase del proyecto", destacó el presidente de la entidad. La creación de bosquejos tiene un doble objetivo: el primero, servir de alimento y mejorar la conectividad y asentamiento de poblaciones oseras. La segunda, y no menos importante, servir de resguardo y paso para los plantígrados.

La autopista del Huerna supone el principal obstáculo para la conexión interpoblacional. Tanto es así que, antes de empezar el trabajo de campo, La Fundación Osos Pardo y la Junta de Castilla y León se sentaron en un despacho para elaborar un mapa con los "puntos negros" del recorrido. El resultado es esta plantación, que se ha desarrollado hasta el momento en montes públicos de los municipios de Sena y Los Barrios de Luna, Valdelugueros y La Pola de Gordón.

Los resultados se verán con el paso del tiempo. Primero tienen que crecer los árboles y, después, los osos se animarán a cruzar por su propia autopista. Actualmente, tras un programa previo que nació bajo el epígrafe "Corredores para la Conservación del Oso Pardo Cantábrico", ya hay conexión interpoblacional. De hecho, un reciente estudio genético de la Fundación en colaboración con Gas Fenosa desveló la presencia de ejemplares mixtos (plantígrados con carga genética de ambas poblaciones). Aquel primer trabajo europeo se desarrolló íntegramente en la vertiente asturiana, entre 2009 y 2011. Hubo menos plantaciones, pero mucho trabajo de sensibilización. Obtuvo un premio de la Comisión Europea.