Rescate canino en el monte Llosorio

La Guardia Civil y la brigada minera liberan a un perro que llevaba una semana en una zanja a ocho metros de profundidad

Detalle del agujero y de las labores para sacar al animal.

El grupo de rescate de montaña (Greim) de la Guardia Civil y la miembros de la brigada de salvamento minero de Hunosa del pozo San Nicolás de Mieres consiguieron salvar ayer por la mañana a un perro de seis meses que llevaba metido en una zanja de alrededor de ocho metros de profundidad desde el pasado sábado. Los trabajos para sacar al animal fueron muy complicados, ya que la brecha en la tierra no tenía más de treinta centímetros de anchura, lo que dificultaba el acceso de los rescatadores. Finalmente, y con la ayuda de un gancho de metal de unos siete metros y una cuerda, el perro logró salir a la superficie sano y salvo.

La caída del animal se produjo hace una semana, en el entorno del monte Llosorio. Leo, un perro de raza "gascon saintongeois", estaba paseando con su dueño, Roberto Monteserín, por la zona cuando se cayó en la zanja. En un principio pensaban que el animal no había podido aguantar la caída porque no ladraba. "No se escuchaba nada, pero cuando avisamos a Hunosa para que subieran a señalizar la zona, apreciamos un ladrido y nos dimos cuenta de que seguía con vida", explicaba ayer José Antonio Martínez, presidente de la sociedad de cazadores "Concejo de Mieres", que estuvo ayudando al dueño del perro durante todo el rescate. Con la esperanza de poder sacar al animal con vida, consiguieron llevarle comida y agua, que le bajaban con una cuerda. "Se notaba que el animal tenía hambre, porque la garrafa volvía vacía", destacó Martínez. Después contactaron con el Greim, que colaboró con la brigada de salvamento minero en las labores de rescate. Uno de los agentes del cuerpo especializado de la Guardia Civil logró introducirse por la estrecha zanja y bajar varios metros. El agente, ayudado por un gancho y una cuerda, consiguió sacar al animal. Más tarde, Leo fue trasladado al veterinario. "Afortunadamente el perro está bien de salud, tan sólo algo más flaco, pero no se hizo daño con la caída", señaló Monteserín tras la visita veterinaria.

A pesar de que el suceso vivido con Leo tuvo final feliz, desde la sociedad de cazadores aprovecharon ayer para denunciar la existencia de estas zanjas y el peligro que suponen. "No es la única brecha en el terreno que hay dentro del coto de caza de Mieres", apuntó Martínez, señalando que "ya hemos solicitado en numerosas ocasiones que se señalicen, al menos con GPS, para que no ocurra una desgracia". Y es que, como apuntó el presidente de los cazadores, "ahora ha sido un perro, pero otro día puede ser una persona, alguien debería tomar medidas".

De la misma manera opinaba el dueño de Leo, quien se mostró "enormemente agradecido" por el trabajo realizado tanto por los agentes del Greim como por la brigada de salvamento minero. También destacó Monteserín el apoyo recibido desde la sociedad de cazadores "Concejo de Mieres". "Me he pasado toda la semana pensando en el pobre animal, pero también que lo que le ha ocurrido a Leo podría haberle pasado a cualquier persona", subrayó.

Compartir el artículo

stats