La tierra lleva dos años sin moverse en la Carisa. La última vez que los arqueólogos trabajaron en el enclave fue durante el verano de 2013. Las labores se centraron en la investigación del yacimiento del Picu L.lagüezos, la primera construcción romana en el territorio que actualmente ocupa Asturias. Los Ayuntamientos de Aller y Lena, los dos municipios en los que se encuentra el emblemático monte, reclamarán al Principado que las labores se retomen el próximo mes de septiembre.
El alcalde de Aller, David Moreno (PSOE), explicó que tiene previsto solicitar una reunión con el nuevo Consejero de Cultura, Educación y Deportes, Genaro Alonso. "Este será uno de los principales temas a tratar, la Carisa es un asunto prioritario para el desarrollo cultural y turístico del municipio", señaló Moreno. Aún no hay fecha para el encuentro, pero el máximo dirigente local espera que la cita no se dilate en el tiempo: "Lo ideal sería conseguir esta financiación de cara al mes de septiembre, cuando aún se puede trabajar en la Carisa", señaló el Alcalde.
En la misma línea está el regidor de Lena, Ramón Argüelles (IU). El Alcalde señaló ayer que "no podemos permitir que esta importante investigación siga paralizada por más tiempo". Así, el máximo dirigente de Lena destacó que "desde el consistorio hemos ofrecido apoyo y ayuda en todo lo que podamos". Pueden ceder mano de obra y ayuda logística, pero no pueden ofrecer financiación. Según Argüelles, "el estado de las arcas municipales no permite afrontar una actuación de esta envergadura". Además, desde su punto de vista, el alcance de la Carisa "no se queda en lo municipal". "El enclave tiene suficiente relevancia y atrae actualmente a turistas de toda Asturias. Con un poco de impulso, será un referente en toda España", añadió.
La tierra de la Carisa esconde buena parte de la historia de Asturias. Hasta el momento se han encontrado restos de tres momentos clave en la región. Los hallazgos más llamativos han sido los yacimientos relacionados con la época romana: los campamentos de Curriel.los y L.lagüezos. Este último apareció en 2010, casi por casualidad. Lo descubrieron un grupo de arqueólogos que sobrevolaban la zona para elaborar un mapa sobre las guerras de Hispania. Esperanza Martín se encargó de dirigir los trabajos y Jorge Camino los coordinó.
El arqueólogo también fue el responsable, junto a Yolanda Viniegra y Rogelio Estrada, de las excavaciones que, a principios de este siglo, sacaron a la luz el campamento de Curriel.los. Es el yacimiento más llamativo y único en Europa por su magnitud. Se amplió hasta en cinco ocasiones y tenía capacidad para albergar a más de cinco mil legionarios. Los expertos aseguran que sus murallas son la prueba principal de que los legionarios estaban sometidos a una fuerza hostil en la Carisa. Algunos arqueólogos localizan en ese lugar, justo en el límite entre Aller y Lena y a más de 1.700 metros de altitud, el germen de la rebelión astur que se documentó en el año 22 antes de Cristo.
Basta dirigir la vista al frente en Curriel.los para descubrir el segundo gran hallazgo de la Carisa. Se trata del poblado astur-visigodo de Homón de Faro. Un conjunto de murallas que se levantaron, según los estudios arqueológicos, para defender al territorio del avance musulmán. Más concretamente, para plantar cara a la campaña que encabezó el general Muza entre los años 713 y 714. Las fortificaciones se quemaron sin batalla, indicio de que hubo un pacto entre ambas partes para que la entrada en Asturias fuera pacífica.
De vuelta a L.lagüezos, los últimos hallazgos apuntan a que el monte -entre Lena y Villamanín- también fue clave durante la Guerra Civil. Los arqueólogos hallaron restos de munición del bando Nacional y proponen que el lugar pudo ser un punto de vigilancia para controlar a los fugados. Aún no se ha publicado ninguna investigación al respecto, aunque los expertos siguen analizando las pruebas.
