Aller apuesta por las pequeñas y medianas empresas para llenar los terrenos industriales. El alcalde del concejo, David Moreno (PSOE), anunció ayer que pedirá al Principado una partida para urbanizar el polígono de Corigos y conseguir así el asentamiento de emprendedores en el concejo. El regidor socialista que, actualmente, hay una importante lista de espera de pequeños empresarios que quieren asentarse en el municipio.

"Recibimos a menudo solicitudes para ocupar un espacio en los polígonos de Aller o en algún local que esté en desuso", destacó ayer Moreno. La primera opción es imposible, porque no queda suelo industrial desocupado. La segunda es inviable porque el ayuntamiento no puede ceder sus inmuebles, aunque no tengan destino, para iniciativas privadas.

Urge una solución y Moreno quiere ir tras ella. El Alcalde explicó ayer que "tengo prevista una ronda de reuniones con los consejeros y el Presidente del Principado como todos los inicios de mandato". En esos encuentros, el regidor allerano hará constar la necesidad de suelo industrial y la posibilidad de acondicionar el polígono de Corigos. "Toda la tramitación urbanística está ya preparada y sólo hace falta financiación para comenzar con la urbanización, en unos meses podría estar listo", explicó el socialista. La partida que reclamará, ajustando mucho el proyecto por los tiempos de crisis, ronda el millón y medio de euros.

El proyecto del polígono de Corigos lleva ya años sobre la mesa. Los trámites comenzaron hace más de una década y la iniciativa recibió 2,7 millones de euros en el Plan de la Minería 1998-2005. El Ayuntamiento comenzó entonces una cruzada para urbanizar los terrenos. Sufrió un duro revés en su planificación por un problema de inundabilidad. Tanto, que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico obligó a recalificar los terrenos y reiniciar toda la tramitación desde cero.

El consistorio no tiró la toalla. El gobierno allerana consiguió en 2010 una nueva partida para el polígono. En concreto, una partida con cargo a un convenio firmado entre el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y el Principado de Asturias. Alcanzaba los 149.640 euros, que tenían como objetivo pagar el estudio de impacto ambiental, el plan parcial, el proyecto de urbanización y el expediente de expropiación. También el estudio topográfico y geotécnico del polígono.

Misión cumplida desde hace años. La tramitación administrativa se dio por culminada en 2013 y, desde entonces, la tierra del polígono aún no se ha movido. El recorte de fondos mineros afectó muy negativamente al proyecto, que sigue a la espera de encontrar una mano amiga para desarrollarse.

El Ayuntamiento no cerrará la puerta a ninguna iniciativa, aunque apuesta firmemente por los emprendedores. "Son los que, al fin y al cabo, generan riqueza y empleo estable", señaló el regidor. No quieren repetir errores, en vista de la caída de los gigantes de la reconversión.