La reconversión industrial de las comarcas mineras no se ha logrado concretar en los términos en los que muchos habían pensado. La llegada de grandes empresas a los valles carboneros ha quedado marcada por la gran crisis económica que el país está atravesando. Sin embargo, en el valle del Caudal sigue habiendo suelo para que las compañías, de mayor o menor tamaño, puedan asentarse. Hunosa dispone de más de 477.000 metros cuadrados de suelo industrial desarrollado o con posibilidad de hacerlo en casi todos los concejos de la comarca. La hullera pública inició hace unos meses un ambicioso plan de comercialización de estos terrenos, que pone a la venta "al mejor precio del mercado", para que, entre otras cosas, los valles mineros puedan seguir desarrollando nuevas actividades que cubran el enorme hueco que ha dejado la caída de la actividad minera.

Hunosa divide el suelo industrial que posee en tres categorías: suelo desarrollado, suelo en desarrollo, y suelo susceptible de ser desarrollado en función de la demanda. En el primer área, en el de suelo desarrollado, Hunosa dispone en el Caudal de 77.347 metros cuadrados, todos ellos en el polígono industrial de Reicastro, en Mieres. Es, a día de hoy, la mayor bolsa de suelo disponible y urbanizada en el centro de la región.

En los espacios que Hunosa está desarrollando para su utilización con fines industriales y que también comercializa se enmarcan otras tres ubicaciones en el concejo de Mieres. Se trata de los polígonos de Minas Llamas, en la localidad de Ablaña, y que tiene 12.990 metros cuadrados; el área de Tres Amigos, en la localidad de Rioturbio y con 31.909 metros por desarrollar; y el área de La Pereda, cuya superficie neta industrial es de 38.635 metros cuadrados.

En la última de las categorías, la del suelo industrial susceptible de ser desarrollado en función de la demanda, en la comarca del Caudal existen hasta seis áreas (cuatro en Mieres, una entre los concejos de Morcín y Riosa y otra en Aller). Los polígonos mierenses son los de Figaredo, con 74.432 metros cuadrados, Polio (21.450 metros), San José (Turón, 23.434 metros cuadrados) y Santa Bárbara (Turón, 31.907 metros). Otros terrenos enmarcados en esta categoría son los del pozo Monsacro, entre Morcín y Riosa, que echó el cierre el pasado 1 de enero. En total son 141.549 metros cuadrados de superficie bruta por desarrollar. Por último, en Aller, la explanada del antiguo pozo San Antonio, en Moreda, dispone de 23.436 metros cuadrados para el asentamiento de alguna empresa.

El precio inicial de los terrenos se establecerá en función de las características de cada parcela y de su ubicación, y podrá ir desde los 40 euros el metro cuadrado hasta los 70 euros el metro cuadrado. A partir de ahí, se podría alcanzar hasta un 20% de descuento sobre el precio inicial en función de la tipología de la parcela y sus características (5%), de las modalidades de pago y condiciones de compra (5%) y de la participación de Sadim en el proyecto (10%). Un 20% de descuento directo sobre el precio final de los terrenos.