Los vecinos aseguran que las galerías de mina causan las grietas que amenazan Boo

Los habitantes del pueblo y el Ayuntamiento rechazan las conclusiones de los estudios de Hunosa y mantendrán el litigio contra la hullera pública

La roca de grandes dimensiones que amenaza con derrumbarse sobre Boo. FERNANDO GEIJO

Los vecinos y el Ayuntamiento de Aller denunciarán a Hunosa por la aparición de grietas en la localidad (un problema que afecta a medio centenar de inmuebles y a una roca que amenaza con caer sobre el pueblo) a pesar de los estudios técnicos que ha presentado la hullera pública. Los informes, encargados por Hunosa a varias empresas especializadas, descartan que las hendiduras estén relacionados con las galerías mineras de la zona y apuntan a un deslizamiento de ladera.

Los resultados no están tan claros para los vecinos y los antecedentes les dan la razón. En los años noventa, tuvieron que ser desalojadas y posteriormente derribadas quince viviendas. Eran los cuarteles de Puenxo, en la zona alta de Boo, un barrio que llevaba años denunciando que la tierra se movía bajo los pies. El Ayuntamiento realojó a los vecinos en casas prefabricadas y comenzó entonces un largo contencioso judicial. Una sentencia obligó a Hunosa a indemnizar a los afectados, afirmando que la causa de los corrimientos de tierra procedía de los hundimientos que se estaban produciendo en el subsuelo.

Hubo unos años de tranquilidad pero, en 2012, Boo volvió a hundirse. Grietas de gran tamaño surcaron el acceso a Puenxo y empezaron a extenderse. Actualmente hay cincuenta inmuebles afectados, repartidos por toda la localidad, y una roca en El Picu amenaza con desprenderse sobre los barrios de la zona alta. Una situación que ha empujado a la asociación vecinal a presentar una querella contra Hunosa.

Y ahora anuncian, a pesar de los trabajos presentados por la empresa estatal, que van a seguir adelante. Miguel López, representante vecinal, destacó ayer que "nosotros seguimos trabajando en abrir la reclamación por el trámite judicial después de no recibir ninguna respuesta satisfactoria por parte de Hunosa a través de la vía administrativa". "Ellos no tienen otra defensa más que decir que no es culpa de la minería. Consideramos que ese dinero que se ha gastado Hunosa en los informes bien lo podría haber invertido en solucionar la situación del pueblo", señaló Gómez.

La situación que empeora de día en día. La Universidad de Oviedo ha instalado varios sismógrafos en la localidad para medir la intensidad de los corrimientos de tierra y alertar, en caso de que sea necesario, a los vecinos. La zona más preocupante es El Picu, donde la roca de grandes dimensiones se está agrietando de forma rápida y amenazante. "Si cae, habrá una desgracia", destacaron desde la asociación de vecinos.

El alcalde de Aller, David Moreno (PSOE), sigue de cerca la evolución del problema. El regidor visitó hace unos días el pueblo y mantiene la misma postura que los vecinos: "Sin poner en duda la capacidad de los técnicos que han elaborado los informes para Hunosa, son a instancia de una parte", explicó el máximo responsable municipal.

Informe de daños

El Ayuntamiento, que aprobó en Pleno llevar a juicio a Hunosa por la aparición de grietas en la localidad, seguirá trabajando por el mismo camino. El regidor adelantó ayer que "ya está listo un informe que incluye todos los inmuebles afectados y la gravedad de los daños". Además, responderán a Hunosa con la misma moneda: encargarán un estudio a una empresa especializada para que busque el origen de los corrimientos de tierra.

La causa puede o no ser la subsidencia minera, pero hay algo en lo que coinciden todas las partes: los corrimientos de tierra siguen amenazando a Boo. Los informes que maneja Hunosa, a los que ha tenido acceso este diario, proponen una serie de medidas correctoras como la construcción de muros de contención. Tendría que hacerse cargo el Ayuntamiento al tratarse, según el estudio, de un deslizamiento de ladera.

Moreno asegura que en los años noventa, cuando las casas de Puenxo se tuvieron que tirar, la hullera pública ya manejaba un informe parecido. Y, a pesar de ello, la justicia dio la razón a los vecinos.

Compartir el artículo

stats