Precaución antes de ponerse las botas y ascender a un alto de la vertiente lenense del parque natural de las Ubiñas-La Mesa. Montañeros experimentados advierten de que el macizo es un conjunto de montañas "muy desiguales", que pueden hacer que un tranquilo día de ruta termine en pesadilla. Es por eso que recomiendan a los excursionistas que planifiquen bien su recorrido antes de empezar y que sepan bien a qué se enfrentan con cada paso que dan. En el último año se han producido tres rescates a bordo del helicóptero medicalizado de Bomberos del Servicio de Atención de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa), uno de ellos por un accidente mortal.
El número de incidentes preocupa a los expertos porque, según dicen, es una cifra muy alta en relación al número de visitas que registra el macizo. El expresidente de la Federación de Montaña, Ángel Ortega, afirma que algunos picos de las Ubiñas son "muy difíciles, no son aptos para todos los públicos". Según el experto, "lo que hace peculiar a este conjunto es que es muy desigual, puedes empezar un ascenso muy sencillo y luego verte metido en una pared totalmente vertical".
Es por eso que recomienda contar con toda la información aunque, aún así, a veces no es suficiente. Ortega explicó que "la meteorología también puede cambiar de un momento a otro y jugarte una mala pasada". Un buen ejemplo de esa peculiaridad de las Ubiñas, según Ortega, sería el pico Les Fontanes: "Esta montaña es muy suave por una cara y por la otra es prácticamente impracticable".
Es también el caso de la "Ubiña grande", como nombra Ortega a la montaña central del macizo. Según el experimentado montañero, "por el acceso del Meicín es posible hacerlo, pero se vuelve mucho más difícil por la zona de León". A estos altos "desiguales" se suman otras dos peculiaridades que complican, en ocasiones, los ascensos por las Ubiñas: el firme de caliza y la verticalidad de algunas montañas. "Si vas sin conocerlo puedes llevarte un susto", señaló el montañero.
Los datos del Centro de Coordinación de Emergencias del 112-Asturias le dan la razón. A principios del verano de 2014, una mujer resultó herida y tuvo que ser rescatada por el helicóptero medicalizado de los Bomberos. La deportista, de cuarenta y dos años, sufrió un corte profundo tras caerle encima unas piedras. Estaba cerca de la cumbre de Siegalavá, un pico de 2.140 de picos de altura al que se accede a través de un sendero de Tuiza de Arriba.
Este pico registró un accidente mortal hace un mes. El 18 de julio de este año, un montañero gijonés de setenta años perdió la vida tras lo que sus compañeros definieron como un "resbalón fatal". Ellos escucharon cómo la tierra se movía bajo sus pies justo antes de despeñarse por un desnivel. Ni siquiera la experiencia pudo salvarle. Era miembro del grupo de montaña La Peñuca y salía a la montaña casi todas las semanas.
Fue un accidente parecido al que sufrió un hombre en el Pico La Portilla, a principios de este verano. El excursionista tuvo que ser trasladado en el helicóptero, desde la montaña lenense hasta el hospital Central de Asturias (HUCA), tras despeñarse. Sufrió un traumatismo craneoencefálico y una fractura en el hombro izquierdo.
Ortega considera que los accidentes son "inevitables", pero opina que los ascensos a las montañas de las Ubiñas tienen que reservarse a excursionistas con cierta experiencia. Para los que aún se están familiarizando con la montaña, recomienda el senderismo: "Hay zonas preciosas en las Ubiñas que no revisten ningún peligro", señaló. Es el caso de las travesías por el puerto de la Bachata o el entorno de Tuiza de Arriba, sin iniciar ningún ascenso. "En la montaña es esencial sentirse seguros, saber bien dónde pisas", destacó Ortega. Es palabra de montañero.
