El poblado minero de Rioseco, en Riosa, tendrá en apenas unos días dos nuevos atractivos para acercar la historia de la minería de cobre a los turistas. Se trata de un mirador y una bocamina, cuyas obras de construcción están prácticamente finalizadas. Las minas de Texeo, las más antiguas de Europa, siguen creciendo con el objetivo y la aspiración de convertirse en una referencia turística no solo del municipio, sino de toda la región.

El equipo de Gobierno de IU heredó tras su elección en mayo el proyecto impulsado por la anterior Corporación, gobernada con mayoría absoluta por el PSOE. El anterior Alcalde, José Antonio Muñiz, había conseguido una partida de en torno a 150.000 euros de los fondos europeos de desarrollo rural, a través del programa Leader, para la construcción del mirador y para habilitar una de las bocaminas para visitas. Las obras arrancaron a comienzos del verano, están prácticamente finalizadas, y se espera que en unos días se puedan dar por recepcionadas. De hecho, el Ayuntamiento ya piensa en la inauguración de este nuevo recurso.

Las obras consisten en la construcción de una pasarela de unos 25 metros que finaliza sobre una estructura volada, que tendrá además el suelo transparente. Además, los fondos también han servido para adecentar una de las bocaminas, haciéndola visitable para los turistas. En este enclave, los visitantes podrán contemplar una pequeña fuente que natural que surge de una de las paredes de la galería, que tendrá 100 metros visitables.

El proyecto de Texeo ha sido, junto al Angliru, la gran esperanza turística de Riosa, y por ello se han destinado recursos para su desarrollo. En una primera fase, con fondos mineros, se procedió a la rehabilitación exterior de las casas del pueblo y también de la chimenea. Además, se procedió a cerrar algunas bocaminas peligrosas. A través de un plan de empleo de Fucomi, Riosa consiguió que se limpiara de maleza la zona, aunque a día de hoy, las hierbas han vuelto a brotar y a cubrir la zona.

Las obras del mirador y la bocamina suponen un impulso al proyecto, aunque todavía falta mucho por hacer. Los nuevos gestores de Riosa pretenden obtener fondos mineros para conseguir la rehabilitación profunda de todos los edificios, logrando acondicionar un centro de interpretación, un albergue o varias casas rurales. Así mismo, se espera poder poner en marcha actividades de turismo activo que permitan sacar el cien por cien del paraje riosano.

En lo referente a los proyectos que verán la luz en apenas días, es decir, la bocamina y el mirador, desde el Ayuntamiento se pretende que todos los turistas puedan usar este último recurso, mientras que la galería tendrá un cupo de visitantes limitado para evitar una sobresaturación de turistas en la zona.