La cruzada de Aníbal contra los vándalos

El alcalde de Mieres endurece el control para erradicar un repunte de actos vandálicos y lograr que todos los propietarios de mascotas mantengan limpias las calles

La cruzada de Aníbal contra los vándalos J. R. SILVEIRA

"Tenemos que concienciarnos de que los espacios públicos son de todos, en nuestra casa podemos hacer lo que nos dé la gana, pero en la calle debemos respetar y cumplir las mínimas normas de civismo". El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, quiere un concejo en el que la convivencia y la pulcritud caminen de la mano. Así, la Policía Local, de acuerdo con las directrices recibidas del gobierno local de IU, ha incrementado su presencia en la calle con el fin de atajar los actos vandálicos contra el patrimonio municipal y velar por la limpieza y salubridad de las vías urbanas y parques del concejo.

Dos son los principales problemas que detecta el Ayuntamiento. Por un lado, según explica el propio regidor, están los actos vandálicos, con destrozos del mobiliario urbano. Por regla general, estos episodios ocurren durante las madrugadas de los días festivos. El segundo frente de combate se centra en conseguir que todos los propietarios de perros recojan los excrementos de los animales y mantengan limpia la vía pública: "Es cierto que la mayoría lo hacen y cumplen, pero hay una minoría que no atiende a razones", señala Aníbal Vázquez.

En líneas generales, la preocupación del gobierno local es compartida por la ciudadanía, aunque el problema se afrontar con cierto escepticismo: "Antes vivíamos en la calle Martínez de Vega y es cierto que en alguna ocasión, por la mañana, aparecían árboles arrancados del cuajo", reconoce Francisco Quilez. Los mierenses intuyen que poner freno a ciertos hábitos resultará muy complicado: "Amenazar con sancionar no sirve de nada, hay que multar de verdad y mantener una vigilancia constante, de esta forma, con el tiempo, la gente aprenderá a comportarse", indica el jubilado Antonio Suárez.

Mieres es un concejo con una baja tasa de delincuencia, algo que queda recogido en los balances anuales de actividad de la Policía Nacional. Lo que incomoda al Ayuntamiento es que periódicamente se producen repuntes en los actos vandálicos; con la quema de contenedores, rotura de cristales, bancos y papeleras... Por ello, la Policía Local va a tener más presencia en las calles para evitar este tipo de situaciones. De hecho, en los últimos días, seis jóvenes, uno de ellos menor de edad, han sido identificados por los agentes cuando estaban perpetrando diferentes acciones contra el mobiliario urbano. "Ya que por la buenas hay quien no aprende, supongo que cuando llegue la multa de 600 euros por parte de la Delegación de Gobierno alguno aprenderá finalmente la lección", lamenta Aníbal Vázquez.

La acumulación de quejas vecinales por el aumento de excrementos de animales y presencia de perros sueltos por las calles de Mieres también ha obligado al Ayuntamiento a tomar medidas de fuerza. "La gente me para por la calle y me comenta que hay que hacer algo para que los viales estén más limpios", apunta el alcalde. El regidor, pese a todo, quiere dejar claro que la mayoría de propietarios de mascota cumplen con sus obligaciones cívicas: "La mayoría llevan sus bolsas y recogen los excrementos, pero también hay quien piensa que es más listo que todo el mundo y que las reglas no van con él", apunta Vázquez.

Los dueños de canes

Los mierenses tienen la misma percepción que el gobierno local: "Está claro que deberíamos ser más cívicos y el que tiene un perro debe entender que asume una responsabilidad", matiza José Luis Suárez. Los propietarios de canes son lo que más indignados se muestran ante la actitud de quienes no cumplen las reglas: " " Yo tengo perro y siempre llevo bolsas conmigo, si veo a otro propietario que no recoge los excrementos de su animal me acerca educadamente y le ofrezco una", subraya Alberto Torres. Ahora bien, los duelos de perros también tiene reproches para el Ayuntamiento: "Si hubiera zonas adecuadamente acondicionadas para llevar a los perros los problemas serían menos".

A la espera de ver los resultados de la "cruzada" emprendida por el Ayuntamiento contra el vandalismo y la falta de civismo, en la calle las cosas no se sacan de quicio: "No noto que la gente se queje más de lo habitual, no percibo un especial malestar", señala Ana García, vendedora del cupón de la ONCE.

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