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Casi 500 mujeres han sido víctimas de violencia de género en Mieres desde 2005

La Policía Local, pionera en el control de estos delitos, atiende ahora, con dos agentes especializados, un total de 38 órdenes de alejamiento

Un agente del servicio de violencia de género, en su despacho. FERNANDO GEIJO

La Policía Local de Mieres creó en 2005 una unidad especializada que desde entonces se encarga de velar por la seguridad de mujeres víctimas de la violencia de género. El Ayuntamiento mierense fue de los primeros de toda España en poner en marcha un programa preventivo de estas características, con dos agentes dedicados en exclusiva a tales funciones. Durante la última década, por las ya curtidas manos de estos profesionales han pasado 460 expedientes. Dicho de otro modo, casi medio millar de mujeres han reclamado protección. Cada caso esconde un drama personal que, casi siempre, requiere de los policías una pericia que rebasa ampliamente el marco de la seguridad ciudadana. En la actualidad, esta unidad vigila en Mieres el cumplimiento de 38 órdenes de alejamiento.

Casi cuarenta mujeres viven en estos momentos en Mieres asediadas o directamente amenazadas por sus exparejas. La cifra, en lo emocional, resulta angustiosa, pero a nivel estadístico, por desgracia, no es un mal dato, al menos, no de los perores. "Este mismo año hemos tenido picos de 46 mujeres bajo control", explica uno de los agentes municipal adscritos a la unidad, que por razones operativas debe mantener su identidad en secreto. Las fuerzas de seguridad y el centro asesor de la Mujer de Mieres trabajan siempre de forma conjunta. Los primeros se ocupan de proteger la integridad física de la víctima, mientras que el centro coordina al resto de profesionales que intervienen en los casos de violencia de género: psicólogos, junto con otros terapeutas y abogados, además de todos los servicios que requiera cada caso concreto. Ahora bien, el trabajo de la Policía local va más allá de atender posible emergencias. Los agentes evalúan periódicamente la evolución de cada caso, situándolo en uno de los cinco niveles de gravedad establecidos.

Las mujeres bajo control disponen de terminales de teleasistecia que pueden activar si ven amenazadas: "La actuación inicial corre a cargo del servicio de Seguridad Ciudadana, el 092, que acude al lugar y, si es necesario, proceden a la detención del agresor", apunta uno de los responsables del área de violencia de género de la Policía Local. "A continuación nosotros nos hacemos cargo de la mujer, encargándonos de la atención que requieren e, incluso, acompañándolas a los juicios".

La cobertura que ofrece la unidad es amplia. El pasado año, los dos agentes destinados a estas funciones realizaron 536 entrevistas personales. Abordaron un total de 1.145 servicios de control y vigilancia y acudieron a 55 juicios. Tras diez años de actividad, han visto de todo. "Es importante evaluar correctamente cada caso, para poder establecer una adecuada vigilancia". Para medir la gravedad en cada procedimiento abierto deben, tras entrevistarse con las víctimas, cubrir un exhaustivo cuestionario de 17 preguntas". Con el dispositivo de teleasistencia, las mujeres están controladas en todo momento gracias a una señal de GPS que determina su localización con exactitud. "Cuando activan la llamada de auxilio salta una alarma en la inspección y, a través del ordenador, podemos saber donde se encuentra". Los agentes que en ese momento están de patrulla en la calle son avisados para poder llegar al lugar lo antes posible. "Es un trabajo conjunto y coordinado". El fin es conseguir dar la mayor tranquilidad posible a las mujeres que se enfrentan a esta lacra social.

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