Los polígonos del extrarradio de Mieres, llenos en 2008, suman 35 naves vacías

La crisis ha acabado con la plena ocupación en los parques de Gonzalín, Vega de Arriba y Fábrica, que tienen el 20% de sus instalaciones cerradas

El acceso al polígono de Gonzalín, con un cartel que recoge las empresas en actividad y las naves vacías. J. R. SILVEIRA

La empresa Ovo Foods aterrizó en Mieres en el verano de 2008. Ocupó la última parcela del polígono de Baíña y culminó el ensanche industrial de Mieres. El Ayuntamiento dio por cubierta toda su superficie empresarial. Y es que los tres polígonos del extrarradio, los de Gonzalín, Vega de Arriba y Fábrica de Mieres, tenían todas sus naves en actividad. Actualmente estos tres parques industriales suman más de treinta inmuebles de uso industrial cerrados.

La crisis industrial ha provocado que los polígonos del entorno urbano de Mieres hayan pasado de rozar la plena ocupación a tener algo más de un 20 por ciento de naves vacías. En Vega de Arriba hay 11 instalaciones sin actividad. En Gonzalín son 14, sobre un recuento total de 50, las naves que se encuentran en desuso. En Fábrica de Mieres hay otra decena de inmuebles desocupados. Es la huella que la crisis ha dejado en el tejido empresarial del municipio.

"En realidad hace siete u ocho años no era del todo cierto que hubiera plena ocupación, ya que había empresas que cerraban, pero la diferencia era que las naves se volvían a alquilar o vender rápidamente, por lo que se podía decir que la oferta estaba cubierta en su totalidad", puntualizan los empresarios consultados por este diario. En la actualidad hay más de treinta equipamientos sin demanda. Los industriales destacan que se trata de una cifra "significativa", ya que los polígonos del extrarradio de Mieres cuentan "con unas inmejorables comunicaciones y una situación estratégica dentro de la región".

El mapa laboral de 2008 apuntaba que el proceso de reconversión minera, aunque siempre en entredicho, había dado frutos. Sólo en el concejo mierense, más de 2.000 personas trabajaban hace siete en los diferentes polígonos. En la actualidad no hay un recuento fiable, pero los empresarios locales estiman que se han podido perder en torno a la cuarta parte de todos estos puestos de trabajo.

El cierre de empresas ha traído como consecuencia que el Ayuntamiento de Mieres y Hunosa hayan paralizado la tramitación de nuevos polígonos industriales, procedimiento que en 2008 parecía encauzado. En el municipio hay proyectos casi olvidados. Se trata, sobre manera, de los polígonos de Minas Llamas, en la localidad de Ablaña, y que tiene 12.990 metros cuadrados; el área de Tres Amigos, en la localidad de Rioturbio y con 31.909 metros por desarrollar; y el área de La Pereda, cuya superficie neta industrial es de 38.635 metros cuadrados. En su momento también se exploraron otras bolsas para creación de suelo industrial, pero nunca estuvieron en fase de tramitación, como sí sucedió en los tres citados casos. A finales de la pasada década el suelo industrial susceptible de ser desarrollado en función de la demanda incluía los polígonos de Polio (21.450 metros), San José (Turón, 23.434 metros cuadrados) y Santa Bárbara (Turón, 31.907 metros).

Mención aparte merecen las áreas industriales de Reicastro y Figaredo. La primera lleva urbanizada casi tres años. Hunosa ha barajado varios proyectos para dar contenido a los terrenos, aunque por el momento no se han concretado. El caso de Figaredo es aún más desmoralizante. El ambicioso proyecto de investigación y desarrollo ligado al campus de Mieres que en 2007 prometió el por entonces presidente regional del PSOE, Vicente Álvarez Areces, está totalmente parado pese al acuerdo inicial con Hunosa.

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