El antiguo cuartel de la Guardia Civil de Mieres, que recibía los visitantes que accedían a la villa a través de la entrada norte de la autovía entre Oviedo y Campomanes, desapareció esta semana entre escombros. Los cascotes están siendo retirados por una excavadora y varios camiones de la empresa encargada de su demolición y, de momento, lo único que queda en pie ayer son las instalaciones de la casa cuartel, ubicada en la parte trasera de la parcela. Tampoco tardarán mucho en venirse abajo. Ya es un solar.

El proceso para el derribo de las antiguas instalaciones de la Benemérita arrancó a mediados de diciembre. Tras unos primeros trabajos que consistieron en la retirada del amianto que había en el inmueble, esta semana se dio un nuevo paso con la demolición del edificio. Los trabajos se alargarán todavía un mes más hasta que consigan retirar todos los escombros y dejen la parcela preparada para una futura edificación. Los trabajos fueron concedidos por 186.190 euros a una empresa de construcción madrileña tras un corto proceso de adjudicación en el las obras salieron a licitación con un presupuesto base de 427.042 euros. A pesar de la rebaja, de un 66 por ciento, la compañía está cumpliendo con su compromiso y ejecutando las obras en tiempo y forma. El derribo del inmueble también sorprendió a muchos vecinos que no dudaron en capturar con sus móviles este momento "histórico", ya que para muchos era la primera vez en su vida que veían este espacio vacío, dando cuenta de la amplitud de la parcela que acogía el antiguo cuartel de la Guardia Civil de Mieres.

Tras la demolición, queda por ver qué ocurrirá con la parcela en un futuro a corto plazo. La previsión es que se levante un nuevo cuartel de la Guardia Civil, pero de momento no hay plazos ni presupuesto. Recientemente, el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, envió una carta al delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, solicitando información sobre los plazos del proyecto, así como el presupuesto reservado por el Ministerio del Interior para la ejecución de los trabajos. Una petición que también hizo suya la Unión de Guardias Civiles (UniónGC). De hecho, el único compromiso al respecto es que el equipamiento fue incluido por el Ministerio de Interior en el Plan de Inversiones plurianual de la Guardia Civil (2015-2017), pero sin mayores concreciones ni un presupuesto definido.

Los agentes de Mieres ocupan desde enero de 2011 las antiguas instalaciones del centro de salud Sur, que fue adaptado para su nuevo uso. Una ubicación que consideran que no es la más adecuada para los guardias civiles, ni tampoco para el equipamiento que precisan.