Los portavoces de los colectivos de pescadores de la comarca del Caudal, incluida la Asturiana de Pesca, manejan un informe que eleva por encima de las cuarenta las enfermedades que pueden transmitirse por el contacto directo con excrementos de aves o por la inhalación de bacterias u hongos procedentes del citado origen. Exponen como ejemplos la salmonelosis, la colibacitosis, la criptococosis y la histaplasmosis.

Siempre según los datos recabados por los pescadores, los síntomas más genéricos que pueden aparecer en caso de infección son fiebre con escalofríos, sudoración, mialgias y cuadros digestivos con vómitos, dolor de cabeza y debilidad. Así, los expertos plantean evitar las grandes concentraciones de aves en lugares próximos a poblaciones: "Cualquiera que tenga interés en el tema puede informarse, son hechos contrastables, como lo es que todo aquel que transite por el paseo del río Caudal puede ver las bandadas de aves, algunas con cientos de pajaros, que se mueven por la zona, y que llenan de excrementos todas las rocas y la vegetación próxima al cauce", remarcan los responsables de la asociaciones de pescadores. Esta gran plataforma remarca que en países de la costa sudamericana, como Perú, el tratamiento como estiércol de los excrementos de los cormoranes genera actividad empresarial: "Son aves que comen una gran cantidades de peces y, por lo tanto, defecan en gran cantidad".