La residencia geriátrica que el Montepío de la Minería Asturiana tiene en la localidad allerana de Felechosa ya ha cubierto las 30 plazas que a finales del pasado año concertó con el ERA (Establecimientos Residenciales de Asturias). Con la llegada de los nuevos usuarios la mutualidad ha logrado incrementar hasta los 140 el número de plazas cubiertas, lo que permitirá a la entidad enjugar las deudas que el equipamiento venía arrastrando desde su apertura.

El incremento de actividad en el geriátrico del Montepío apenas ha afectado al resto de equipamientos geriátricos de la comarca. Los responsables de la residencia "Valle del Caudal", dependiente del Ayuntamiento de Mieres, explicaron ayer a este diario que mantiene toda su oferta asistencial cubierta. Incluso cuentan con una pequeña lista de espera, aunque mucho menor que la que tenía hace varios años. En 2012 la instalación tenía 120 personas en lista de espera. Actualmente únicamente hay una decena de peticiones sin atender. Aún así, las instalaciones están a plena actividad.

La residencia "Valle del Caudal" cuenta actualmente con 77 plazas, de las que poco más de treinta están concertadas con la red de establecimientos residenciales de Asturias. El progresivo envejecimiento de la población de las comarcas mineras hace que, pese a la apertura de nuevos centros geriátricos públicos, la lista de espera para entrar en esta residencia se mantuviera durante años por encima de la centena. La actual caída no se vincula al crecimiento del geriátrico del Montepío, sino a los afectos de la larga crisis económica. El equipamiento mierense cuenta con 45 habitaciones, la mayoría de ellas dobles. Todos los beneficiarios son internos. El presupuesto anual supera el millón de euros. Esta instalación pública ha logrado en los últimos ejercicios un buen balance de gestión. El superávit que ha generado ha permitido al Ayuntamiento de Mieres abordar en el centro importantes mejoras tanto estructurales como en materia de personal y mantenimiento del inmueble.

La residencia "Picu Siana" fue el primer centro privado de estas características que abrió en la comarca. Recientemente ha cumplido el cuarto de siglo de vida. Cuenta con 52 plazas, con una ocupación que ronda el 80 por ciento y que también se mantiene estable pese al crecimiento del gigantesco geriátrico allerano. Esta instalación cuenta actualmente con cerca de veinte trabajadores. Inicialmente arrancó con seis tras una subvención de 140.000 euros de los fondos mineros. El geriátrico privado de Ablaña y el público de Santullano tampoco se han visto afectados significativamente por el aumento de la oferta de plazas en la comarca del Caudal.

Más cobertura. La cobertura de plazas geriátricas en el territorio aún tiene previsto crecer más en los próximos años. La última planta de la residencia de Sotiello se pondrá en marcha a lo largo de esta legislatura. Así lo aseguró recientemente la gerente del ERA y exconsejera de Bienestar Social, Graciela Blanco, quien afirmó que el equipamiento allerano forma parte del plan para crear 800 nuevas plazas para personas dependientes en Asturias. A la espera del cumplimiento de los compromisos políticos, el geriátrico de Sotiello, ubicado en la localidad allerana de Moreda, seguirá con una de sus plantas cerradas pese a tener lista de espera. Con la ampliación ganaría unas 30 plazas, sobrepasando las 90.

Al Montepío le ha costado que su ambiciosa residencia de Felechosa salga a flote. El acuerdo de colaboración con el ERA se ha convertido en un apoyo para un proyecto que en su momento dio la impresión de estar sobredimensionado. La gestión de la dirección de la mutualidad ha permitido que el equipamiento deje de ser un peso muerto. Así, la residencia de Felechosa dejará de ser este mismo ejercicio el agujero negro del Montepío. Al menos, así se desprende de la proyección económica que desde la mutualidad se ha realizado a tenor de los datos que manejan de este ejercicio. Si la mutualidad mantiene los 140 residentes de media que actualmente ocupan el establecimiento, habrá un ligero beneficio. Y es que durante los veranos la instalación, con sus programas de estaciones temporales, aumenta aún más la demanda. El pasado verano se alcanzó incluso un pico de 170 usuarios, aunque los propios responsables del centro reconocen que se trató de un hecho "coyuntural".

Cifras. Hasta ahora las cifras de la residencia eran preocupantes. La mutualidad logró el año pasado reducir significativamente las pérdidas respecto a 2014, con un saldo negativo de 150.000 euros. En 2014, la pérdida acumulada fue de unos 450.000. La tendencia a la bajada de las pérdidas permitió a la mutualidad mejorar las perspectivas que a principios de 2015 se había marcado para la residencia geriátrica de Felechosa. El presupuesto para 2015 reflejaba que el establecimiento para mayores arrojaría un balance negativo de más de 222.000, que finalmente logró rebajarse sensiblemente. Muy lejos de las pérdidas cercanas a los 800.000 euros que se registraron en 2014. Para este año, el Montepío espera acercarse al equilibrio entre gastos e ingresos.