Al hospital le cuesta dejar de fumar

Sólo 8 personas, todas mujeres, sobre una estimación de 140 trabajadores con tabaquismo, asisten al taller para abandonar el hábito con una eficacia del 55%

Una señal de prohibido fumar en un lateral del hospital Álvarez Buylla de Mieres. FERNANDO GEIJO

El nuevo hospital Álvarez Buylla de Mieres inició hace tres meses un taller para dejar el tabaco destinado a los propios trabajadores. Sin embargo, la convocatoria no fue tan exitosa como podría esperarse. Sólo se apuntaron ocho personas sobre una estimación de 140 trabajadores con tabaquismo, aproximadamente un seis por ciento. Eso sí, el éxito entre los participantes fue del 55 por ciento, un dato nada desdeñable, tal y como explica el enfermero Luis Mendiolagoitia, adscrito al centro de salud Mieres Sur, que imparte estos talleres junto a José Luis Blancos, también enfermero, aunque del consultorio Mieres Norte.

"La verdad que se ha apuntado muy poca gente para lo que podría esperarse en el hospital", destacó Mendiolagoitia. Aunque "todavía nos queda esperanza de que podamos iniciar nuevos grupos, sobre todo si se corre la voz por el centro de su éxito". Estos talleres para dejar de fumar son de carácter gratuito y están destinados a grupos de empleados de empresas o entidades públicas. De hecho, en el pasado ya se hicieron con buenos resultados en ThyssenKrupp Norte, en el polígono de Baiña; así como en el Ayuntamiento de Mieres.

La estimación de trabajadores fumadores en el hospital Álvarez Buylla sale de los datos de tabaquismo de la última Encuesta Europea de Salud, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que asegura que aproximadamente el 20 por ciento de los asturianos es fumador. La plantilla del centro mierense es de alrededor de 700 personas, de ahí que aplicando el porcentaje de tabaquismo en Asturias salga como resultado que unos 140 trabajadores podrían ser fumadores.

El taller fue iniciado hace tres meses con ocho trabajadores, todo mujeres (aproximadamente el 80 por ciento de la plantilla del hospital es femenino). Sólo hubo un abandono y cuatro de las participantes han dejado ya de fumar. "De momento es un éxito del 55 por ciento, la verdad que están muy satisfechas con los resultados y esperamos que esto anime a más personas para que se decidan a dejar de fumar", subrayó Mendiolagoitia.

Un año

El plan para abandonar el tabaquismo está estructurado a lo largo de un año con nueve sesiones. Los controles se suelen hacer al primer mes, al segundo, al tercero, al sexto y, finalmente, a los doce meses. Además de los talleres en grupo, el enfermero también imparte estos talleres de forma individual en el centro de salud en el que está adscrito. Mendiolagoitia explica que "sí se incrementaron respecto a años anteriores". El enfermero también dio cuenta de la peligrosidad que supone mantener el hábito del tabaco. En el caso de las mujeres, según explicó, los casos de cáncer de pulmón han aumentado en un 80 por ciento. También destacó la presencia del tabaco dentro del cine español, "algo que no ayuda en absoluto a dejarlo".

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