Nava,

Mariola MENÉNDEZ

El Ayuntamiento de Nava está desarrollando un plan para la rehabilitación integral de los puentes medievales del concejo. Según destaca el alcalde, Claudio Escobio, «se trata de poner en valor el patrimonio que tenemos». El regidor también avanzó que «estamos pensando en crear una ruta» siguiendo esos pasos sobre el río.

La primera de las actuaciones previstas se acometió en el puente de Entrambosríos, situado en la Pola Nava. Esta construcción se encontraba muy deteriorada debido a que algunas raíces la estaban carcomiendo paulatinamente. Para evitar su derrumbe, el Consistorio naveto la acaba de reconstruir con el fondo de ayudas Proder. Estos trabajos se incluyen en el programa de recuperación y rehabilitación del patrimonio, que prevé actuaciones similares en los puentes de la Ferrería, La Miyar y El Caneyu, situado entre Ceceda y Coya, además del puente medieval de Ceceda.

Escobio explica que, en estos momentos, el Ayuntamiento trabaja en la redacción del proyecto que permita recuperar una de las construcciones más emblemáticas para los escabecheros. El regidor socialista también indica que se encuentran buscando financiación para sufragar estos trabajos.

El puente de Ceceda, que cruza el río Pra, es de fundación medieval, pero se desconoce la fecha exacta en que fue levantado. Sus vecinos se refieren a esta construcción milenaria como «el puente romano» o «Raicéu». Este puente perdió en 1971 una parte importante de su estructura; no obstante, aún conserva su gallardía. Es un puente con arco de lomo de burro (ojival o apuntado). El aparejo es de sillares en el arco, en los tajamares y en la albardilla de los pretiles; el resto es de mampostería. La luz del arco mide 11 metros y su anchura, en la parte alta, alcanza los tres metros.

Juanjo Martínez se considera escabechero hasta la médula, a pesar de que su trabajo le obliga a residir lejos de su pueblo del alma, en Madrid. Pero sigue muy de cerca los acontecimientos de Ceceda. La reconstrucción del puente la considera como «un sueño» y enfatiza la importancia de la obra para que «las nuevas generaciones lo recuerden», ya que forma parte de la historia de este singular pueblo naveto y del propio concejo. «Es una de las ruinas más importantes que tiene Nava», asegura. Martínez añade que su recuperación «es como un afán de toda la vida». Parte del puente cayó al río hace unos 38 años y, hasta ahora, no se ha actuado para repararlo. Es, añade Juanjo Martínez, la evidencia de «una desidia total, primero de los vecinos y, después, del Ayuntamiento».

Leocadio Redondo Espina tiene mucho que aportar en esta cuestión, no sólo por su condición de cronista oficial de Nava sino también por la de escabechero, título que se ganó por haber nacido en La Vega de Ceceda. Recibe esta noticia con «satisfacción porque sería reencontrar y recuperar el lugar que conocí desde niñín». Además, «se acabaría con la mutación que ahora presenta», añade. Redondo indica que «el puente era un elemento de paso que unía La Vega de Ceceda con la parroquia y marcaba un eje longitudinal con el apeadero del tren. Había un paseo con árboles y tenía un sentido estético». El cronista relata que, cuando se cayó parte de la estructura, se habilitó un puente provisional con troncos. Cuatro años después se construyó uno nuevo, el que actualmente está en uso. «Para nosotros es completar el paisaje que vivimos y es un símbolo. Si Ceceda tuviera un escudo de armas, tendrían que tener el puente. La capilla de santa Lucía y el puente son elementos irrenunciables para los escabecheros».