Grado, Lorena VALDÉS

Un folleto de promoción turística de la Comarca del Camín Real de la Mesa ha sido el responsable de que el conflicto de lindes entre los concejos de Grado y Santo Adriano por la propiedad del núcleo de San Adriano del Monte vuelva a estar de plena actualidad. La publicidad incluye en una de sus páginas un mapa con la localización de los concejos que integran la comarca y, según este documento, San Adriano del Monte pertenece al concejo de Santo Adriano. La sorpresa del equipo de gobierno de Grado fue mayúscula cuando se encontraron con lo que consideran «un error en los límites de los concejos, que altera la delimitación oficial del concejo de Grado». Por ello, el Ayuntamiento moscón exige al grupo de desarrollo rural del Camín Real de la Mesa «la retirada inmediata de todo el material promocional que excluye el núcleo de San Adriano del Monte del concejo moscón».

La polémica está servida, ya que Santo Adriano no parece estar dispuesto a perder territorio y se muestra firme en un tema que considera que no tiene discusión. «Los ayuntamientos grandes intentan aprovechar cualquier ocasión para arañar terreno a los más pequeños, pero en este caso no tienen nada que hacer. El nombre mismo del pueblo ya dice a que concejo pertenece. Este conflicto no tiene lógica, pero parece que en Grado tienen ganas de polémica. No sé qué interés pueden tener en este pueblo. Es como si yo mañana me levanto y digo que quiero que Lugones pertenezca a Santo Adriano. Sólo hay que consultar el Catastro para comprobar que San Adriano es nuestro», señaló el alcalde, Carlos de Llanos.

Por su parte, el presidente del grupo de desarrollo rural y alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, se mantiene al margen: «No entiendo este conflicto, los diez concejos, entre los que se encuentra Grado, aprobaron por unanimidad este material que se supervisó y al que se le dio el visto bueno. Aquí nadie ha manipulado nada».

Desde finales de los años 70 el pueblo de Santo Adriano, de 7 kilómetros cuadrados, está abandonado. La asociación «Amigos de Grado» tenía un plan de rehabilitación del pueblo. Sin embargo, la iniciativa no salió adelante «por falta de partida presupuestaria y porque los ayuntamientos de Grado y Santo Adriano no se pusieron de acuerdo», explica Javier Prada.