Peñaflor (Grado),

Lorena VALDÉS

A punto de derrumbarse, si nadie lo remedia. Este es el precario estado de conservación de la iglesia de San Juan de Peñaflor (Grado), que por razones de seguridad permanece cerrada al culto y a las celebraciones religiosas, que tienen lugar desde el pasado mes de diciembre en las antiguas escuelas de la localidad. Los vecinos de Peñaflor llevan más de dos años luchando para que se inicien los trabajos de recuperación del templo, muy afectado por las goteras y las humedades. La iglesia está apuntalada, la sacristía hundida y parte de su techumbre ya ha caído.

Los feligreses confían en que las autoridades actúen de una vez en esta iglesia, cuyo origen románico se fecha en torno al siglo XII. «Nos da una pena tremenda verla así, son muchos los recuerdos... pero nosotros no podemos arreglarla», confiesa José Suárez Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Peñaflor.

Al tratarse de un edificio catalogado, la única administración que puede actuar es la Consejería de Cultura a través de Patrimonio. El templo está documentado en el Inventario Histórico Arquitectónico del Principado de Asturias (IPAIHA) y se encuentra emplazado en el Camino de Santiago. «Nos han dicho que el tema va por buen camino y que la Consejería arreglará la iglesia, pero primero rehabilitará otras en peor estado aún que ésta, así que nos tocará esperar algún tiempo. No obstante, nosotros ya logramos que Cajastur concediese 3.000 euros para el proyecto y hay más entidades bancarias dispuestas a colaborar», explica resignado el presidente del colectivo vecinal.

El Ayuntamiento moscón se ha sumado en esta lucha por salvar la iglesia de Peñaflor y presentó en el último Pleno celebrado una moción para solicitar al Principado de Asturias y al Arzobispado que se rehabilite el edificio, con urgencia, para evitar más deterioros y llegar a una situación irreparable. «El Consistorio de Grado está dispuesto a colaborar en todo aquello que le sea posible y eximirá del pago de todo tipo de impuestos y de la licencia de obra que pueda acarrear la rehabilitación. En enero de este año se presentó a la Consejería de Cultura el proyecto de rehabilitación de la iglesia y ese mismo mes el director de Patrimonio, José Luis Vega, se comprometió a estudiar el informe sobre el estado de la iglesia », explica el concejal de Turismo, José Manuel Puente.

La iglesia de Peñaflor sufrió abundantes destrucciones y reparaciones a lo largo de su historia. La última reforma que se llevó a cabo en el templo fue hace dos décadas. «Recibimos 350.000 pesetas del Obispado y se puso un tejado nuevo, baldosas en el suelo, se pintó el edificio entero... pero ya han pasado 20 años de aquello», recuerda José Suárez Fernández.

Los vecinos de Peñaflor suspiran por poder volver a acudir a misa a su iglesia y que algún día San Juan pueda volver a salir en procesión por la localidad, si antes no se le viene el techo encima.