La Coterúa (Cabranes),

Mariola MENÉNDEZ

Cuando llegó a Veracruz, Manuel Sanfeliz sólo tenía cinco pesos en el bolsillo. Eso y muchas ganas de ganarse la vida, además del apoyo de otros emigrantes cabraneses. Ochenta años después, se le conoce en México por ser el fundador de una de las empresas cafeteras más descollantes del país, Gesol. Manuel Sanfeliz, además, ya no caerá en el olvido: en las instalaciones de una de las compañías del emporio familiar, General de Solubles, se ha inaugurado un parque con su nombre.

Su hijo, José Sanfeliz, que ha sabido continuar al frente de la empresa familiar, ha sido el promotor del homenaje con el parque que rodea la empresa. Se trata de un espacio de ocio y convivencia para el disfrute de los trabajadores y en el que se prevé organizar diferentes actos. Además, dispone de una zona de juego infantil, la equipación necesaria para hacer parrillas, a las que son tan aficionadas en América, y medios técnicos para visualizar eventos. Este emigrante cabranés también tiene, al igual que otros destacados empresarios del país, una calle en la ciudad universitaria que recuerda su figura.

Éstos son algunos de los reconocimientos familiares e institucionales a toda una vida de esfuerzo. Su viuda, Benedicta Corrales, le recuerda desde su casa de La Coterúa (Cabranes) como «un hombre muy trabajador». Añade refiriéndose a su hijo José que «si su padre era muy trabajador, creo que aún lo es más él. Me siento muy orgullosa de lo que ha hecho y de la dedicatoria del parque». Benedicta Corrales rememora que cuando su esposo llegó a Veracruz comenzó a trabajar en un comercio, sector que sustituyó por el cafetero.

Manuel Sanfeliz visitó por primera vez España diecinueve años después de haber partido para México. Fue cuando se reencontró con una de sus vecinas, que había dejado siendo una niña, y que se convertiría poco tiempo después en su esposa. Benedicta señala que su marido se asoció con su hermano Alfonso para fundar en 1940 una industria cafetera en Torreón (Estado de Coahuila). «Empezaron poco a poco, pero trabajaron muchísimo», mucho más de lo que ella había podido imaginarse en Asturias. Eran jornadas maratonianas que comenzaban a las cinco de la mañana y que algunos días se extendían más allá de la medianoche.

El resultado de tanto esfuerzo es Gesol, una de las principales empresas del país. Manuel Sanfeliz falleció en un accidente de tráfico hace 42 años y poco después su hijo, con 23 años, tuvo que coger el timón del negocio familiar, que comienza a compartir con su propio vástago, Germán Sanfeliz. La familia vive a caballo entre México, Madrid y Asturias.