Candás, B. F.

La pintura del Paseín está considerada una de las piezas más preciadas del museo al aire libre de Candás. El mural tiene casi diez metros de largo y es obra del pintor local Alfredo Menéndez, autor también de otros murales como los dos que adornan la fachada de la fábrica de Albo. La pintura se encuentra muy deteriorada, con golpes visibles y pérdida de color, a causa de los balonazos que recibe de los juegos de pelota que se permiten en el lugar, las meadas y la humedad de un balcón en su parte superior que no tiene canaleta y que filtra el agua hacia la pintura, según denunció Menéndez.

El autor, muy disgustado por la falta de respeto de algunos vecinos hacia su obra, se negó además a restaurarlo. «Cómo voy a restaurar yo algo que ni el pueblo ni la autoridad respetan», explicó.