Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

El Festival de la Manzana de Villaviciosa, que se celebra este fin de semana, añora aquellos tiempos de esplendor de sus inicios en los que concitaba a un nutrido público en sus calles y numerosas carrozas participaban en un espectacular desfile. Para recuperar aquellos momentos dorados, Adolfo Sánchez de la Venta, diplomado en Comunicación, Relaciones Públicas y Marketing y autor del libro «Festivales de la Manzana 1960-2007», considera que «mirar atrás significa comparar y ver el nivel de aceptación que entonces tenía. Hay que volver a lo que había antes».

Sánchez de la Venta opina que la clave está en rescatar la esencia inicial, lo que supondría «impulsar turísticamente a Villaviciosa y al sector de la producción y transformación de la sidra. Sólo se puede conseguir haciendo un buen festival». De no conseguir relanzarlo, advierte de que «está en serio riesgo de desaparición porque no cumple ya ninguna función, sólo la religiosa y la folclórica, y hasta ahora se solapaba con los actos de las fiestas del Portal». Agrega que «un festival que fue uno de los más importantes de los celebrados en el norte de España está en el más absoluto declive».

Adolfo Sánchez de la Venta recuerda que desde 1981 el Príncipe de Asturias es el presidente de honor, pero «nunca ejerció. Estoy seguro de que no fue porque él no quisiese, sino porque nunca le invitaron». Ve en la presencia de don Felipe y doña Letizia una forma de relanzar esta festividad, que nació con vocación de abrir al sector sidrero nuevos mercados, principalmente el europeo y el nacional.

Adolfo Sánchez de la Venta recoge en su libro cómo se gestó este evento. «Surgió en 1960 de la mano de Sergio Álvarez Requejo». Éste era entonces director de la Pomológica (actual Serida), que se encontraba en Estados Unidos participando en un programa de formación y descubrió el «Apple Blossom Festival», celebrado en el estado de Washington, y cuya esencia adaptaron a las características propias de Villaviciosa. Con apenas dos meses de preparación, fue todo un éxito.

Cinco años después, la prensa de la época recogía que más de 50.000 personas habían presenciado la bendición del primer mosto del año y su ofrenda a la virgen del Portal. Fue retransmitido por la televisión pública y el «No-Do» grabó varios reportajes.

Sánchez de la Venta indica que «el festival debe realizarse bajo el auspicio del Ayuntamiento, pero con el trabajo de la Consejería de Medio Rural, la industria sidrera y los cosecheros», además de otros sectores implicados. Su libro está teniendo una buena acogida y se comercializa en las librerías de Villaviciosa.