Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El plan urbano que la Corporación de Carreño someterá a votación en el mes de diciembre prevé los usos futuros de los terrenos ahora ocupados por la fábrica de conservas Albo, ya sin actividad. Para el almacén situado en uno de los laterales de la calle Carlos Albo, el PGOU prevé la construcción de viviendas, así como la creación de una rotonda para regular el tráfico entre esta calle, la avenida Constitución y Pedro Herrero. Al otro lado de la vía, donde se encuentran las oficinas de la empresa, el plan prevé la protección de su fachada principal, que es de principios del siglo XX, por lo que deberá conservarse.

Buena parte del resto de los terrenos propiedad de la empresa conservera, que se extienden a espaldas de la fachada principal alcanzando prácticamente el parque de Santarúa, se reserva para la construcción de un parque fluvial, una vez recuperado el cauce del río Noval, que transcurre por debajo. Esta última medida ya había sido avanzada por el alcalde de Carreño, Ángel Riego, hace escasas semanas, según dijo, con la intención de que la empresa saque «la menor rentabilidad posible» de sus propiedades una vez cerrada su fábrica de Candás.

La recalificación de los terrenos de Albo en Candás ha estado presente desde el año 2002. Riego propuso entonces a la conservera dotar de calificación urbanizable sus propiedades, de forma que con las plusvalías generadas por la venta a la opción inmobiliaria se pudiese efectuar un traspaso de las instalaciones a un polígono del concejo. Esa opción, que volvió a ser ofrecida a Albo el pasado verano, y que la empresa volvió a rechazar, se cercenará una vez se apruebe el PGOU. La postura del gobierno es «dificultar lo más posible que la conservera pueda hacer caja» con la venta de sus propiedades, convirtiéndolas en su mayoría en espacios verdes.

El Ayuntamiento tiene proyectado para ese patio trasero de Albo un espacio verde en el que se «reflote» el cauce del río Noval, también conocido como río Rita, a su paso por Candás, desde la fuente de Santarúa hasta las inmediaciones de la calle Pedro Herrero. Esto supondría la excavación del suelo, que permitiría dejar al aire libre el río, construyendo de manera paralela a éste una senda peatonal. De esta forma, la construcción inmobiliaria se circunscribirá, una vez aprobado el plan, al terreno que ahora ocupan los almacenes de la empresa, ya en el tramo de Pedro Herrero.

En principio, y a falta de las últimas alegaciones al documento de planeamiento, que serán realizadas por los partidos de la oposición el próximo 1 de diciembre, en una Comisión de Urbanismo, quedan descartadas opciones como la de construir un aparcamiento público en los terrenos de Albo, por problemas con los coeficientes de edificabilidad.

Naves destinadas a almacén a un lado de la calle

El PGOU prevé que sobre ellas se construyan viviendas, así como una rotonda para ordenar el tráfico en la zona.

Fachada principal de la conservera

La fachada deberá conservarse, al estar incluida dentro del nuevo catálogo urbanístico.

Parte trasera de las oficinas

En el espacio que se extiende hasta el parque de Santarúa se creará un parque fluvial, con la recuperación el río Noval y la construcción de una senda paralela a él, prácticamente hasta la calle Pedro Herrero.

Fachada del teatro Santarúa

Es propiedad de la conservera, que en las últimas décadas había hecho uso del teatro como almacén. Deberá respetarse la fachada.