Carreño

La fábrica de conservas Ortiz se derrumba por la falta de mantenimiento

El inmueble, en desuso y construido en 1954, se desplomó poco después de la medianoche l Un edificio contiguo resultó dañado y dos coches sepultados

Estado en el que quedaron la fábrica y su entorno tras el derrumbamiento, en Candás, poco después de medianoche.

Estado en el que quedaron la fábrica y su entorno tras el derrumbamiento, en Candás, poco después de medianoche. / braulio fernández

Braulio FERNÁNDEZ

Candás,

La fábrica de conservas Ortiz se derrumba por la falta de mantenimiento

La fábrica de conservas Ortiz se derrumba por la falta de mantenimiento

La fábrica de conservas Ortiz, situada en pleno casco urbano de Candás, se desplomó en la madrugada de ayer, sin que haya habido víctimas. Toda la techumbre y parte de la fachada de las calles Río y Pedro Herrero cedió por causas estructurales, provocando numerosos daños materiales. El hundimiento se produjo debido al avanzado estado de deterioro del inmueble, según apuntaron los técnicos municipales. Se trata de un edificio propiedad del Ayuntamiento que está destinado a albergar un museo regional temático sobre la pesca y la conserva asturiana.

Fue veinte minutos después de la medianoche cuando la Policía Local de Carreño y los Bomberos de Asturias recibieron aviso del derrumbamiento de la vieja fábrica, construida en 1954. En un primer momento se creyó que podía haber personas atrapadas bajo los escombros, motivo por el cual acudió hasta el lugar de los hechos la unidad canina de rescate de los Bomberos. Tras cerciorarse de que no había víctimas -circunstancia que fue considerada como «milagrosa» por la Policía, al estar el edificio en una zona transitada-, la unidad canina se retiró, comenzando los bomberos a revisar el edificio.

La fábrica de conservas Ortiz se derrumba por la falta de mantenimiento

La fábrica de conservas Ortiz se derrumba por la falta de mantenimiento

La jefatura de la Policía Local reconoció en la madrugada, sobre el terreno, que podía haber sucedido una catástrofe, puesto que hay un gran número de aparcamientos en la zona y varios portales cercanos. Tratándose de la noche del 6 de enero, y por la cercanía de la calle peatonal de Braulio Busto, hubo suerte de que el derrumbe se produjera de madrugada.

El vehículo más afectado por el alud, un Ford Orion blanco al que le cayó encima la fachada principal de la fábrica, fue aparcado pocos minutos antes. Lo mismo sucedió con otro coche en la calle Pedro Herrero, que fue aparcado quince minutos antes del desplome, según testigos presenciales.

El hundimiento de la fachada de Ortiz causó, además, daños en el número 5 de la calle Braulio Busto. La pared de las escaleras de este edificio, situado en la esquina opuesta a la fachada derrumbada, presentaba un importante agujero, a causa de la violencia del alud. Varias terrazas de los edificios contiguos se cubrieron, asimismo, con cascotes. Debido a la inestabilidad del inmueble, se decretó el corte al tráfico de la calle Pedro Herrero, que aún ayer durante toda la jornada se mantuvo. Ya por la mañana, el Ayuntamiento contrató los servicios de una empresa de demolición, que doce horas después del desplome comenzó las labores de derribo total de las fachadas de la fábrica que dan a las calles Pedro Herrero y Río. Permanecerá en pie la de la calle Braulio Busto y la parte más alejada del siniestro en Pedro Herrero, según confirmó el arquitecto municipal, Fernando García Sandín. Según el técnico, las causas del derrumbe fueron el propio deterioro del inmueble, que, aunque no es muy antiguo, acogió una actividad que contribuyó a su mal estado.

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