Alto de Aboño,

Braulio FERNÁNDEZ

La Autoridad Portuaria de Gijón ha derribado una casa en el Alto de Aboño, en Carreño, así como el monumento de la Infanta Isabel «La Chata» y una fuente. Esta actuación se ha producido sin contar con licencia municipal, según confirmaron desde el Ayuntamiento de Carreño. La vivienda y el monumento se encuentran dentro de una parcela propiedad del Puerto de Gijón, comprada para poder llevar a cabo el desmonte del Alto de Aboño, pero en territorio carreñense. La demolición de la vivienda, que ha sido entendida por algunos vecinos de la zona como un primer paso para el desmonte del alto, se produce cuando la Autoridad Portuaria está aún pendiente de contar con una declaración de impacto ambiental que le permita proceder al desmonte.

Un informe de la Policía Local reveló ayer las actuaciones de El Musel en Aboño. Inmediatamente, se dio traslado del informe policial a los abogados municipales, que ayer a última hora aún estudiaban si la Autoridad Portuaria necesita, o no, licencia municipal para efectuar la demolición de las viviendas.

En cualquier caso, el movimiento del Puerto de Gijón ha causado malestar en el municipio, por cuanto no se ha tenido constancia de su actuación hasta ayer mismo, una vez que ya se ha producido la obra.

Desde el gobierno local (PSOE e IU), la teniente de alcalde, Áurea Gutiérrez, indicó al respecto que los servicios jurídicos están elaborando un informe para ver las actuaciones que han de llevarse a cabo por parte el Ayuntamiento. «Tenemos constancia del derribo, mediante un informe de la Policía», apuntó Gutiérrez.

Por su parte, desde la Autoridad Portuaria de Gijón se reconoció ayer la autoría de las obras. Según indicaron, se ha producido la demolición de unas edificaciones en terrenos propiedad del Puerto de Gijón, comprados a particulares, y no expropiados. La compra de estas propiedades se enmarca, según indicaron desde la Autoridad Portuaria, dentro del plan de ampliación del puerto en el Alto de Aboño. Ahora bien, El Musel no entró a analizar la conveniencia de tener o no licencia para las demoliciones.

El núcleo poblacional del Alto de Aboño está compuesto por varias edificaciones, de las cuales hay una, al menos, habitada aún. El lugar contaba, hasta las demoliciones efectuadas por el Puerto, con un monumento dedicado por la Asociación de Vecinos del Alto de Aboño a la Familia Real española. Se trataba de una escultura de la Infanta Isabel «La Chata», quien en 1915 visitó el municipio comenzando su recorrido por el Alto de Aboño. Ayer aún estaba en pie el cartel que acompañando la figura se le dedicaba a la Familia Real.

El desmonte del Alto de Aboño, incluido dentro del plan de ampliación de El Musel, se encuentra actualmente a la espera de saber si debe o no contar con un estudio de impacto ambiental. Dicho estudio ha sido reclamado por el propio Ayuntamiento de Carreño, así como diversas asociaciones vecinales, considerando el impacto que la desaparición del monte carreñense tendrá sobre sus poblaciones cercanas, ecosistema, patrimonio y playas. El Ministerio de Medio Ambiente ha abierto el período de consultas.

En la foto superior se puede ver el aspecto actual del Alto de Aboño, tras el derribo de la vivienda por parte de El Musel, además de una fuente y el monumento a La Chata (los escombros aparecen en primer término). Sobre estas líneas, se observa la vivienda aún en pie, el pasado verano. A la izquierda también figura una fuente que ha desaparecido tras la demolición. Los vecinos se quejan de que el derribo sea uno de los muchos que obligue a llevar a cabo el desmonte.