El Puntal

(Villaviciosa), M. M.

Ezequiel Bonhome, que reside junto a su hermano en la casa familiar que da nombre a la playa de la ría maliayesa que desde hace años albergaba moribundas embarcaciones, recuerda que han convivido durante décadas con algunas de ellas. Entre todos los barcos que están siendo retirados destaca uno por su mayor tamaño (de unos nueve metros de eslora) y su forma. Bonhome, carpintero de ribera, explica que lleva unos 67 o 68 años abandonado, desde que lo adquirió en un desguace de Gijón un piloñés con intenciones de rehabilitarlo, pero que nunca llegó a ejecutar. «Es de los años sesenta y tantos y era uno de los botes que llevan los petroleros colgados como lancha salvavidas», explica Bonhome. Agrega que esta embarcación fue hecha en Inglaterra, como así constaba en una chapa indentificativa que portaba. Como experto carpintero que es, asegura que está bien hecha, «con una tabla montando en otra y debajo, una mecha. Los remaches son de cobre». Bonhome indica que en Asturias se empleaban habitualmente puntillas galvanizadas. No se aventura a definir el tipo de madera, pero recuerda que cuando llegó a El Puntal, este lanchón tenía «varios bancos y dos castilletes, que hace tiempo que perdió.