Si algo hay que rompa la estructura rígida en el pensamiento, eso es la fe, y más concretamente la de los católicos, porque hay que estar dispuesto a aceptar la contradicción como verdad: Jesucristo es Dios y hombre, María es virgen y madre, Dios es uno y tres, la muerte es el principio de la vida? Sólo quien sea católico puede aceptar la contradicción como principio básico de sus convicciones. Algunos son y no lo saben. Si alguien acepta que se destruye empleo y se sale de la crisis, que para tener derecho a pensión hay que cotizar veinticinco años que son quince, si la tarea de crear empleo es la más acuciante y se destruye tomando las mejores medidas posibles, si se ora desde el agnosticismo, ya se está allá. Ya se ha llegado a la fe. Así que el vigilante José Mota no podrá evitar el decir:

-¡Ser, eres! Tú no lo sabrás, pero ser eres, hombre. ¡Que ser eres! ¡Ser eres, y no pasa na!