Noreña, F. TORRE

Pese a que la celebración del juicio rápido por el positivo de Daniel González Rajó debería haber cerrado la polémica, aún se ciernen algunas dudas sobre los sucesos de la noche del sábado. Así lo entiende, al menos, el PP de Noreña, cuyo portavoz en el Ayuntamiento, Miguel Ángel Fuente, ha solicitado al alcalde, el socialista César Movilla, que abra una investigación para dilucidar si las acusaciones de un hostelero de la localidad sobre unas presuntas amenazas del edil son ciertas.

Según Fuente, las afirmaciones de Pablo Molina, propietario del bar La Cúpula, respecto a las presiones que supuestamente habría recibido esa noche por parte de Rajó, que niega los hechos, deberían haber dejado algún tipo de rastro. Según el hostelero, el edil le conminó a colaborar en la localización del atracador que asaltó la sede de Correos el sábado si no quería tener problemas con los horarios de cierre. «Las acusaciones son muy graves, ese exceso de celo del concejal, en caso de haberse producido, tuvo que reflejarse en llamadas, a la Policía Local cuando menos, y otros indicios» que podrían ser fácilmente detectables, según Fuente, que concluye que «sea como fuere, Rajó «estaba ejerciendo como concejal» en el momento de su detención.