Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

«No nos salen las cuentas por ningún lado», sentencia el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Villaviciosa, Juan Basilio González, después de que el equipo de Gobierno lleve meses dándoles vueltas a los presupuestos para lograr cuadrarlos. La previsión era que pudieran aprobarse a principios de mayo, pero dada la drástica bajada de ingresos de las arcas públicas, González duda de que puedan llevarlos al Pleno ordinario de finales de mes. «Si no salen los números, el plazo se termina el 30 de junio porque después de esa fecha no tendría sentido aprobarlos y quizá prorrogarlos sería mejor que hacer unos nuevos», añade.

Villaviciosa se enfrenta a una complicada situación porque las previsiones de ingresos han descendido fuertemente desde que se elaboró el borrador, que el gobierno local no consiguió sacar adelante en el Pleno de diciembre por falta de apoyos. El edil de Urbanismo, Rogelio Estrada, había anunciado previamente su rechazo a las cuentas y la ausencia de la sesión de dos concejales del PP (Ana López y Sergio Cuadra) impidió que aquellos presupuestos se aprobaran.

Desde diciembre se han ido sucediendo las diferencias entre los socios de coalición (PP y URAS-PAS-Independiente) en cuestiones como los fondos que deben destinar al traslado de la biblioteca. Y tanto esperar, ahora se han encontrado con esta falta de liquidez.

Las cifras hablan por sí mismas: si la previsión inicial era de ingresar 150.000 euros en el primer trimestre del año, la recaudación real ha sido de 60.000 euros. Es decir, las arcas municipales han ingresado un 60 por ciento menos ¿La razón? Que la crisis ha provocado una caída en picado de la recaudación municipal por licencias y otras tasas de construcción, que junto al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y las aportaciones del Estado, son las principales fuentes de financiación local. Los ingresos han caído en un millón y medio de euros. González explica que si el presupuesto que inicialmente llevaron al Pleno era de 9.960.000 euros, ahora se quedaría en 8,4 millones de euros. Entonces se preveía que las inversiones directas del Ayuntamiento rondaran los 1,2 millones de euros, pero se quedarán en 300.000 euros. Por lo que la única salida es «recortar en el gasto, además de perder toda capacidad para invertir», sostiene.

El tijeretazo en el gasto corriente es del 25 por ciento, advierte el edil de Hacienda, lo que afectará a actividades culturales, obras de mantenimiento o subvenciones municipales. Ya adelanta que la concejalía más perjudicada será la de Medio Rural, porque la reparación de caminos deberá esperar a disponer de fondos.

Ante esta situación de crisis de las arcas públicas municipales, Juan Basilio González asegura que la Administración central va a tener que tomarse en serio lo de solventar los problemas que atraviesan las haciendas locales. El Gobierno les ha cortado el grifo con una reducción de 700.000 euros para destinar a gasto. Este recorte no se ve compensando con los planes para el rescate de la economía. La deuda municipal asciende a 2,7 millones de euros, una cifra que González ve «aceptable», pero que podría dejar de serlo si continúan cayendo los ingresos.

Ahora, el equipo de gobierno trabaja para disponer en una semana de los datos del remanente y decidir si rehacen las cuentas o las prorrogan. Esta opción es la que González ve más eficiente.

«Tras el 30 de junio no tiene sentido aprobar los presupuestos; quizá prorrogarlos sería mejor»