Está bien que los pueblos tengan memoria. Que no olviden a los suyos. En Nava, los chavales que juegan en el Europa no saben quien fue Julión porque el gobierno local pasa de gastarse cuatro euros en una placa que recuerde que la zona deportiva municipal lleva su nombre. Así nos va. Para evitar que dentro de unos años suceda lo mismo en Villaviciosa, nada mejor que apoyar la propuesta para que la pista de atletismo lleve por siempre el nombre de Ismael González. Así, dentro de unos años, cuando las futuras generaciones de atletas del concejo pregunten por tal denominación, alguien les podrá explicar que Ismael fue un ejemplo de sacrificio y de superación deportiva, llegando desde su natal Careñes a la élite del atletismo español, combinando una incuestionable calidad con el duro trabajo de entrenamiento. Ismael, que tenía la mirada puesta en la cita olímpica de Londres, merece ser recordado en su tierra. Los maliayeses del futuro tienen derecho a saber quien era y seguir su ejemplo.